martes, 4 de julio de 2006

Se nos fue Julieta


Mi niño… se me fue mi hermana”. Fue la exclamación entre sollozos y ahogos de la señora Nelly cuando me acerqué a ella a darle mis condolencias. Aquellas palabras tan sentidas, hicieron que mi pena, que ya había llegado a su punto más alto de acumulación, se hiciera manifestar con unas cuantas lágrimas en mis ojos. Aunque no soy de aquellas personas que lloran regularmente en público o en privado -más bien un tipo frío e indiferente- esa situación lo ameritaba bastante.

Mientras abrazaba a la señora Nelly, que avanzaba detrás de la urna por el pasillo principal del templo en donde velaban a su hermana Julieta, presentí, que por un segundo ella se desvaneció entre mis brazos. Me sentí con la obligación de expresarle alguna palabra de aliento mientras la sostenía. La verdad, no tuve valor para decirle nada. No me salían las palabras y aparte, nunca he sido bueno para esas cosas. Quería manifestarle mi congoja por la pérdida de su hermana, quién siempre me manifestó un profundo cariño.

Con más de dos mil personas asistentes, un templo evangélico repleto, el altar decorado con cintas blancas… y de fondo: la Carola entonando líricamente ese himno “Cerca Más Cerca, Oh Dios de Ti”, acompañada por el Iván en el órgano, hacía que el ambiente se volviera hermoso, casi celestial; pero a la vez penoso por la pérdida de una gran mujer, que todos los que estábamos ahí presentes tuvimos la suerte de conocer.

Julieta era una señorita de más o menos 45 años a quién la había conocido junto a su familia apenas hace unos siete años atrás. Nos unía una profunda amistad entre su familia y la mía. Una mujer muy extrovertida, tierna, carismática, desprendida, solidaria; siempre con una sonrisa en su rostro. A nosotros como familia nos quería bastante sobre todo a mí y a mis hermanos. Cuando nos encontrábamos en la calle siempre era un saludo cordial, acompañado de un beso, una caricia y un abrazo. Era de aquellas pocas personas que sin preguntar mucho sabía las inquietudes de los demás, y con cierta cuota de sabiduría te regalaba las palabras justas y agradables que necesitabas escuchar en áquel momento.

De su vida pasada no se mucho. Las malas lenguas decían que era una señorita “coqueta y enamoradiza”. Sin embargo, hace siete años, ella abrazó una Fe que cambio completamente su vida, su personalidad, volviéndose tremendamente alegre y positiva.

Julieta, pasó a formar parte de la larga lista de mujeres victimas del Cáncer de Mamas en nuestro país. Según dicen sus familiares, ella lo sabía de hace un año pero nunca optó por recurrir a los médicos para ponerse en tratamiento. En vida, recibió varias críticas por doctores y gente conocida, incluso de entre sus familiares. Sin embargo, ella había abrazado una Fe que era mucho más fuerte que su enfermedad. Su fuerte amor por Dios, la hacía confiar siempre en que él la iba a sanar y en eso se aferraba firmemente. Cuando conversaba con ella, siempre me decía: yo se que sirvo a un Dios vivo y grande, y si a él le place me va a sanar, y si no… que se haga su voluntad para conmigo. Ni lo alto ni lo bajo me apartara del amor de Cristo. Sin duda esa Fe me dejaba atónito. Al verla tan decidida, tan confiada, hacía que mi ego se volviera tan mínimo. Una alegría y una paz que irradiaba, aún debilitada en cama por el dolor. Jamás se sometió a tratamiento médico sabiendo la gravedad de su enfermedad. Decía que tomaba vitaminas de Fe todos los días. En su postración, seguía dando ánimos y fuerzas a la personas que la visitaban. Era sin duda una mujer admirable. Me faltan las palabras para describir aquella fuerza que se veía en sus ojos, que se transmitía a todas sus cercanos que la contemplaban en su terrible dolor.

A mediados de marzo de este año, ella llegó a mi casa con algunos “frutos de su fundo” como siempre decía. Y para mí, una botella de chicha de manzana “fresquita”. Esa vez fue el último momento que la vi en pie. Cayó en cama para no levantarse más y pasar 4 meses postrada, desahuciada, sin ningún remedio ni calmante que le apaciguara sus dolores.

El viernes en la tarde, por fin su cuerpo dejo de sufrir. Esa tarde, un ángel paso lista por ella allá en los cielos. En conciencia nos dejó, pero sus virtudes y su gran lección de vida; esa fuerza y esas ganas de vivir que siempre tenía, quedaran grabadas muy dentro de nuestros corazones.

En el servicio fúnebre del templo, el Pastor dijo en su mensaje: El hombre nacido de mujer es corto de días y hastiado de sin sabores. Mi piel se corromperá en el polvo pero mi alma renacerá para alabar al creador de mi alma. Agregó además: Julieta no ha muerto, ella sólo duerme. Nos aventajó en este peregrinar, dejando esta dura batalla de vivir en medio de los sinsabores de este mundo, para encontrarse con el amor y redentor de su vida. Palabras que sin duda nos consuela y nos dejan mucho que reflexionar. Quizás Dios no sanó su cuerpo, pero si su alma, y le plació su voluntad llevársela, por que vio en ella un tesoro muy preciado que necesitaba descansar.

Nunca antes la muerte y el cáncer me habían dejado tan conciente sobre estos temas. Pensaba en el propósito que Dios nos tenía en esta vida. Como se dijo en ese día: Jehová lo dio, Jehová Dios lo quitó, sea el nombre del Señor bendito.

Julieta... gracias por todo lo que nos has enseñado, dándonos una gran muestra de Fe y valor. Desde ya te decimos con mucha tranquilidad y consuelo todos los que te conocimos: QUE EN PAZ DESCANCES.

17 comentarios:

Niña Incógnita dijo...

La muerte muchas veces es inexplicable, y el dolor es más llevadero para el que tiene fe, como es el caso de Julieta.
El cáncer se ha llevado a tantas personas buenas, y afectado a tantos cercanos míos, ojalá apareciera una solución... pero eso parece imposible.

Pasando a otro punto, veo que arreglaste tu blog jeje, y pudiste agregar links, me alegro mucho, un abrazoo, q estés muy bien!

Alvaro en OZ dijo...

siempre cuando una persona familiar fallece nos llega muchos cuestionamientos respecto a nuestra vida y a la relación que tenemos con el resto de la gente. creo q la fe para muchas personas es una fuente de esperanza, liberación y fuerzas, sin embargo, también creo en el "a dios rogando y con el mazo dando", si además de rezar hubiera seguido los consejos médicos y hubiera luchado por ese lado, puede que su hermosa forma de ser los hubiera acompañado por varios años más.
Gracias por el comentario que me dejaste. lamentablemente lo único que podemos hacer es hacer concienza respecto a lo sucedido, divulgar la información y esperar que casos como éste no se repitan nuna más, en ningún lugar del mundo.

nos leemos

Anita dijo...

Hola Adán!

Está claro que Julieta ahora descansa en paz.

Me dio un poco de pena, lo sentí cercano y tal vez haga una oración por ella y por todos nosotros.

Un abrazo.

**************
Gracias por tus palabras.

Anónimo dijo...

Sobre ella me contastes la otra vez? para no estar con tratamiento duró bastante. Pero así es la vida, ella eligió morir con fe. en cambio la mala hierba (nosotros) seguimos aqui.
el viernes voy a buscar el CD de Sinatra a tu casa. esperame con once. y amigo no se deprima arriba el ánimo, nos vemos el finde.

Txe Peligro dijo...

vaya, mis condolencias.

Saludos

Priscila dijo...

Seró julieta hubiese estado feliz de leer tus palabras...

Un abrazo...

Pipistrellina dijo...

Lo siento mucho. Siempre parece que las mejores personas son las que se van antes...

Espero que te animes y muchísimas gracias por visitar mi blog :)

Pipistrellina dijo...

Por cierto... veo que en tu perfil tienes un trocillo de 'Lucha de gigantes'. Muy buena elección ;)

Ricardo dijo...

Muertes...
Complejas instancias de la vida...
Pero no más que situaciones que deben vivirse...
Dolorosos segundos mezclados de sensaciones con tornasol inconsciente !!!
Pues mucho ánimo!
A veces lo más triste y difícil que se ve, es lo más etéreo y kármico!

Sólo fuerza Amigo
Llévela en su corazón
Y ya siento la eº de Julieta
^^
=D!!!!

Sonría en su honor, y siga escribiendo como lo hace ^^!

Escribe bello!
Adiós!

TiaPaola dijo...

Mi querido Adán:
Maravilloso su blog y cada detalle, espero recibirlo bien seguido por mi "casita", tenemos gustos super similares en cine y literatura ¿te fijaste? ...qué rico, se puede conversar de hartas cositas.
Un abrazoteeeeee un besazo

Natho47 dijo...

La fe y la ciencia médica pueden marchar de la mano.Lo lamento.

bàrbara dijo...

Hola,agradable sorpresa tu visita,gracias por las palabras,y las cosas con Romeo ya estan bien,ahora solo falta actualizar el blog.
Vine a agradecer tu visita y me encontre con una bella historia que hablaba de dolor,pero tambien de esperanzas,la muerte mezcla sensaciones encontradas,debe ser por ello que los suicidad la ven como la puerta de salida y es por eso que quienes amamos la vida le tememos tanto.
besos.

UMA dijo...

Llego en un momento especial, creo yo que la muerte, su presencia, siempre moviliza algo.

Màs bien ni frìo ni indiferente...
a veces somos injustos al definirnos
:)
Un gran abrazo Adàn

bajo.* dijo...

es una lastima que no se haya hecho ningun tratamiento medico
aveces... aferrarse tanto a la fe nos hace dejar otras cosas de lado
yo no tengo fe... no se si la perdi o nunca la tuve...
pero una vez... cuando un amigo mio se disparo en la cabeza... estavamos en el hospital... esperando que nos dijeran algo... y cuando nos dejaron entrar... fue por que ya habia muerto... una enferma nos vio... y nos dijo... " el ahora es un angel mas"
no creo q me vaya a olvidar jamas de esas palabras...


muchas gracias por pasar...
me encanto poder pasar yo por aca...


BaJo.*

Hada de Luz dijo...

Maldito cáncer, el lunes precisamente fui a un funeral de una sra. que padecía del mismo mal.

Todo están muriendo de lo mismo!!!

Anónimo dijo...

Sabes Adan, tengouna hermana, con cáncer, y una pena enorme porq una esta lejos y yo no puedo hacer nada y me cuesta mucho aceptar lo q nos prepara la vida lei lo q escribiste y llega al alma.
estoy muy triste, besos y suerte

Anónimo dijo...

fuerza y tiempo al tiempo yo lo se