jueves, 28 de diciembre de 2006

Meme

Días atrás, visitando el Blog de mi tocayo Sólo Felipe, me topé con un Meme. De ahí la gran pregunta: ¿Qué es un Meme? Hasta el día de hoy no tengo muy claro su objetivo. Y cómo soy “duro de entender”, decidí consultar y consultar. Al final, su explicación fue la siguiente: _Compadre, en esto del Meme, lo que tienes que hacer básicamente es "coger el libro que tengas más cerca (no el que te guste más), ve en la página 123, ve a la quinta frase, y transcribe el texto, cita autor y obra". Luego, pegarte una “pelada de cable” con la cita o libro que sacaste. Eso es básicamente. Y en eso estoy ahora.

Confieso que últimamente, me he visto envuelto en una etapa, en las que tengo muchas cosas que decir y pocas ganas de expresarme, lo que me ha llevado a dejar abandonado mi Blog en reiteradas ocasiones. Los motivos: las dos horas diarias de viaje entre mi casa y el trabajo, el vicio del MSN y la manía de comer tarde, factores que bloquean lo poco y nada de neuronas funcionales que me quedan cada noche. Pueda ser que con esto del Meme, vuelva ese antiguo afán por sentarme a escribir, a ver si retomo “la inspiración” ya olvidada.

Pero siguiendo con la mecánica de los Meme’s, el asunto quedaría de la siguiente forma:

“Mira, podrías escribir libros y morirte de hambre aunque te los publicaran. Pero ¿por qué hacerlo, siendo una genial guionista cinematográfica? En cuanto a las afirmaciones tajantes, te diré que son lo único, sobre lo cual estoy totalmente convencido. A menos que esté equivocado, claro.”

Libro “El Último Don”, de Mario Puzo.

Este libro me lo regaló mi hermana el año pasado. Más o menos en estas mismas fechas. Se suponía que era para entretenerme en mis días de desocupado, leyendo algo productivo. Como no es mi costumbre leer libros o novelas (y mucha falta que me hace), sólo fui capaz de llegar hasta la quinta página.

El Último Don, es un libro relacionado con las historias de mafias en la ciudad de New York. Su autor es el mismo de “El Padrino”. Con sólo ver las 538 páginas que tiene y los muchos diálogos entre los personajes, me anduve “latiando”. Por lo mismo, me vi obligado a cambiarlo por la Revista PuntoNet. Ahora, después de todo el tiempo que ha pasado, lo vuelvo a retomar. Sus páginas están un poquito mas amarillas que la última vez, igual de grueso y con la misma letra chica que tanto me molesta. Capaz que algún día me llegue a motivar por leer el libro completo. Aunque ayudaría bastante si tuviera ilustraciones o una letra de mayor tamaño (como los libros de cuentos infantiles). De todas formas... me conformaría con leer el resúmen.
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Parece que cumplí con el objetivo. No sé para que pido resúmenes si ni yo mismo soy capas de reducir tanta “cabeza de pesca”. De todas formas, la costumbre de escribir no se ha ido. Eso, es lo que más me queda claro en este momento.


Dicho Popular II




"El Ladrón Mira a Todos Como Ladrones"

domingo, 3 de diciembre de 2006

El Rostro De Aquel Niño

Las tres horas de reunión con las autoridades de la Región y las personas habitantes de aquel sector rural, no avanzaba mucho. La conversación se había tornado álgida, hasta el punto que el Alcalde llegó a cambiar rotundamente de tema y comenzó con un discurso algo emotivo. Habló sobre la necesidad de estar siempre agradecidos de Dios, de la vida, por el sólo hecho de tener salud y vida. Un discurso más bien religioso que político. ¿Cuál habrá sido la causa que lo motivó a relatar tales cosas? Contó, que estuvo a punto de morir en un accidente de tránsito, mientras venía de viaje al sitio de reunión. Según él, salvo por milagro. Escapó de caer en un precipicio al evitar chocar con otro auto. Todos los presentes se encontraban atónitos escuchando la experiencia milagrosa de Don Fede. Según yo, había sido una buena táctica para calmar el malestar de los asistentes.


Eran ya casi las 1 de la tarde y nada avanzaba. Pensaba en los ricos tallarines del restaurante “Mogablus” a donde regularmente vamos a almorzar. La reunión se venía para largo. Me levanto algo hastiado y salgo del salón hacia el baño, con el fin de despejarme un poco y de beber algo de agua para “engañar el estómago”. Pero se me había olvidado que aquella Escuela tenía problemas de financiamiento, por lo que la dirección del colegio había decidido cortar el agua en los baños, para de ésa forma ahorrar en gastos. No me quedaba otra que pasear por los pasillos y la soledad del establecimiento nuevo, moderno, pero con casi nada de alumnos.


En eso estoy, cuando aparecen dos niños como de 9 años jugando con una pelota. Uno de los dos me llama la atención. Tenía el pelo largo (hasta los hombros), distribuido irregularmente en su cabeza. Parecía una peluca mal puesta. La curiosidad me llevó a buscar su rostro, aprovechando que aún no se daban cuenta de mi presencia. Trato de acercarme lentamente, cuando aquel niño da la vuelta y deja mostrar su rostro como de sorpresa. La sensación que sentí en ese entonces, fue como un balde de agua fría que me hizo estremecer por completo. O más bien, una especie de bofetada que te levanta del piso y te deja caer violentamente. Sus ojos estaban mal posicionados. Uno era más grande que el otro. No tenía nariz, ni orejas, ni labios. En su cara era posible ver toda su dentadura. Fueron sólo unos segundos, pero me pareció que lo hubiese estado viendo como por una hora. En ese momento se me vino una mezcla de sensaciones surtidas. Algo de pena, rabia, impotencia, ganas de correr, de gritar, y sin embargo, estaba parado en frente del niño como un espectador más. Mi primera reacción fue saludarlo amablemente, sin hacer notar mi sorpresa. Él en tanto, me saluda aparentemente sonriendo, y se retira junto a su amigo inmediatamente hacia otro pasillo. Es en ese instante, en que dan ganas de sentirse como un superhéroe de historietas, o como algún multimillonario piadoso, que pudiera ayudar en parte el problema de aquel niño.


Sólo por televisión había visto imágenes de gente quemada. Por lo mismo, fue muy chocante para mí, ver tal escena. Muchas veces nos complicamos por tantas cosas. Hacemos de una cosa ínfima un gran problema. Que un pequeño defecto en nuestro cuerpo nos complica tanto, que hay gente que se muere de hambre por lograr alcanzar el “cuerpo perfecto”. Y es que la vida nos enseña a través de los rostros de las personas. Que nuestros problemas pueden significar la nada misma si los comparamos con los de otras personas. El niño tenía su rostro completamente desfigurado. Una tremenda y profunda cicatriz. Quizás tenía 9 años, no lo sé. Seguramente tendrá que vivir muchas etapas más adelante. Aún así juega, comparte y quien sabe, es hasta en ciertos momentos feliz.


Vuelvo a entrar a la reunión con otro ánimo, siempre desconcertado y atónito. Miro en cada rostro amargado de los asistentes de la reunión y pienso: Aquel niño, es todo un superhéroe.

Pecado De Muerte

Abi: ¿…Me acompañas? ¡Vamos!
Edu: No puedo…
Abi: ¿Por que?
Edu: Estoy en “Pecado De Muerte”
Abi: ¿Enserio? Onda… adulterio, fornicación, zoofilia o algo por el estilo?
Edu: Jajaja… No se puede decir.
Abi: Te vas a ir al infierno entonces.
Edu: Si sé!
(Silencio)

Abi: Y si nos quedamos aquí y hacemos una “Chorrillana”?
Edu: Pues… en ese caso, estaríamos pecando de "Gula".
Abi: Mmm… Parece que de todas formas nos iríamos al infierno.


Dicho Popular I


" En Todos Lados Se Cuecen Habas "


domingo, 5 de noviembre de 2006

Chiste Feminista

Una historia sobre Eva y el Paraíso.

En el paraíso, un día Eva llamó a Dios:
_ Tengo un problema.
_ ¿Cuál es el problema Eva?
_ Sé que me has creado, que me has dado este hermoso jardín, maravillosos animales y la serpiente con la que me muero de risa, pero no soy del todo feliz…
_ ¿Cómo es eso Eva?
_ Me encuentro sola y además estoy harta de comer manzanas.
_ Eva, en tal caso, tengo una solución. Crearé un hombre para ti.
_ ¿Qué es un hombre?
_ Un hombre será una criatura imperfecta, con muchas artimañas, hará trampas, será engreído…, vamos que te va a dar problemas… Pero va a ser más fuerte y rápido que tú y le gustará cazar y matar cosas. Tendrá un aspecto simple, pero como te estas quejando, le crearé de tal forma que satisfaga tus necesidades. Tampoco será muy listo y destacará en cosas infantiles como pegarse y dar patadas a un balón. Necesitará tu consejo siempre para actuar cuerdamente.
_ Suena bien _ dijo Eva mientras levantaba la ceja irónicamente.
_ ¿Cual es el truco?
_Tendrías una condición. Como será arrogante y narcisista, deberás hacerle creer que le hice primero. Recuerda, es nuestro secreto…de mujer a mujer.
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lunes, 30 de octubre de 2006

Primer Año


Ayer, sin darme cuenta, mi Bitácora cumplió un año de existencia en la Blogósfera. Y pensar que cuando decidí abrir un Blog, no imaginé que podía durar tanto tiempo. Ósea…un año para mí, es bastante tiempo!

Al principio se llamaba: DE TODO UN POCO. Supuestamente sería un espacio en el cual subiría artículos varios, relacionados con política, temas de actualidad y “chascarros” personales. Hasta ese momento sólo tres personas sabían de mi Blog. La sola idea de que mis pensamientos fueran vistos por varios lectores, probablemente de distintas latitudes, me generaba un cierto pudor. Lo mantuve en un bajo perfil por mucho tiempo. No tenía idea de cómo narrar y sobre que asuntos escribir. Hablar sobre política y de todo el desconformismo social a través de mis letras, no era justamente lo que yo buscaba comunicar en un medio en el que abundan los espacios con la misma temática. Tampoco tenía el tiempo de bajar artículos y publicarlos. Decidí que fuera un espacio muy personal, basado netamente en la percepción que tenía de la realidad y del mundo que me rodeaba. Además, sería una nueva forma para mantenerme en contacto con amigos y compañeros que había dejado en Temuco, después de haber estudiado 7 años en esa ciudad.

Desde ese entonces, fui escribiendo historias personales y no tan personales, pero sí de personas o casos conocidos. Un amigo me dijo: _Tu Blog es algo narciso y autoreferente, no aporta mucho, ya que no hay nada contundente que sacar._ Mi respuesta fue resignada: _De lo bueno poco… y de lo mío mucho._ Gracias a esa crítica nació el actual título del Blog y que varias personas me han preguntado a través de mails, MSN, etc.

Luego de eso, la desinhibición fue total. Si hacía el ridículo o no, escribiendo "cada cosa”, me valía exactamente lo mismo. Que soy detallista, cursi, que los relatos son muy descriptivos, en general… me daba igual. No soy escritor ni periodista, ni mucho menos profesor. De hecho, mi profesión se relaciona directamente con la crianza de vacas, producción de frutas y hortalizas. Totalmente ligado a la vida del campo. Escribir un Blog ha sido como un “pasatiempo”, que me ha ayudado a mejorar mi redacción y mi ortografía (jeje…). Bueno, tambien me ha ayudado a canalizar mis emociones y de alguna forma transmitirlos.

Estadísticamente he tenido en 34 entradas, 1.626 visitas y un total de 444 comentarios. La primera persona en comentar y en saber la existencia de mi Blog, fue Marcia, a quien le mando un gran saludo.

Con el tiempo, he conocido nuevos amigos de distintas lados del país y con los cuáles he estrechado relaciones través de distintos medios. Priscila, Profesur y Niña Incógnita, fueron los primeros bloggers que conocí y con los cuáles pude intercambiar relatos y nuevas experiencias. Si bien, ya no postean regularmente como antes, les mando un gran saludo. A ellos y a todas las personas que he "cyber-conocido" últimamente. Que además, se dan el tiempo de leer mis monomanías y dejar sus comentarios. Para los que llegan por primera vez, muy bienvenidos a mi humilde espacio y gracias por pasar. Agradesco tambien los mails que me han enviado, amigos de Chile y del extranjero, ayudándome en algunas dudas o simplemente incentivandome a seguir escribiendo.


Un gran saludo a todos. Nos seguiremos leyendo…Espero que siga siendo así, a ver si llegamos al segundo año.


miércoles, 11 de octubre de 2006

Sobre La Felicidad


"A procura egoísta da própria felicidade, é a maneira
mais fácil de afastá-la do nosso caminho"

"La búsqueda egoísta de la propia felicidad, es la manera
más fácil de alejarla de nuestro camino"



Anselmo Fracasso.


jueves, 5 de octubre de 2006

La Primavera Y Sus Cambios


Hasta que llegó la tan esperada e impredecible primavera. Estación del año que para algunos, retorna con nuevos aires de esperanzas, entregándoles un nuevo motivo para vivir. Quizás por algún romance, un hijo o un nuevo trabajo. Otros en tanto, se debaten entre la vida y la muerte al no querer existir. Para ellos simplemente es: La Maldita Primavera. Como la canción de Yuri, esa que sonó por ahí en los años 80 y que mas tarde la interpretó Javiera Parra. Es gracias a esas personas, que la venta de antidepresivos se incrementa en un volumen considerado durante esta estación del año. Y no sólo esos medicamentos, también los antihistamínicos para aquellas personas alérgicas al polen, polvo, pasto, zancudos, aire, agua y cuanta cosa pueda afectar y probocar alergia.

Pero la primavera no llega sola. Como siempre viene acompañada de las polleritas escotadas, que se pasean por las calles luciendo sus variados colores al sol. Para los animales también es una estación de cambios. Los abejorros aprovechan de polinizar cuanto pistilo encuentren disponible, mientras que en algunas plazas, parques o campus universitarios, algunos “mamíferos” (tocados por el poder del amor), se dedican a las “cucharitas” mostrando a los transeúntes, el increíble y algunas veces horroroso acto de ternura.

El ambiente climático también cambia. El aire tibio del mediodía, los atardeceres fríos y los caprichos del tiempo, siempre te juegan una mala pasada. Te debates entre salir con camisa o con chaqueta. Los enfermos también aumentan. Que decir de los mas viejitos. Aunque pasaron Agosto, cualquier descuido con la ropa de cama les podría resultar mortal.

La moda también varía con cada primavera. Fue por eso que decidí cortarme la “melena”. Si bien las cabezas rapadas están fuera de moda, un “New Look” (algo “freak”), no vendría nada de mal para esta temporada. Pero frente a todo cambio radical, como de costumbre las miradas de burla, asombro, pena, protesta o todas juntas, no tardan en llegar. No falta el personaje que con miradas surtidas siempre te pregunta: _ ¿Te cortaste el pelo? _ No!... si me crecieron las orejas! Los “pastelitos"... también abundan en primavera.

Que decir de los amaneceres primaverales. Cada mañana las hermosas (malditas) Golondrinas, me despiertan con sus revoloteos alrededor de mi ventana media hora antes de levantarme. Son tan lindos esos “pajaritos”. Me imagino la distancia que habrán recorrido en su largo vuelo, para justo, venir a instalarse en el alero de mi casa e interrumpir mi sagrado sueño. Por suerte no son palomas…eso sería un cambio y un problema mayor.

Pero bueno, la primavera es sin duda una estación de cambios. Enumerarlos me tomaría mucho tiempo. Y aunque la primavera es linda, colorida, perfumada, congestionada y romántica, nunca ha sido mi estación favorita. Es más, creo que por algún u otro detalle no muy claro, siento que a veces la detesto. Ella es así. Sólo me queda esperar que me crezca el pelo y disfrutar cada nuevo cambio que llega, con la bendita primavera.


Mi Mar


La brisa, el viento, la luz del puerto,
tan lejos de la ciudad.




jueves, 21 de septiembre de 2006

Rallando Con Amaral




Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir,
el Universo sobre mí, quiero correr en libertad,
quiero llorar de felicidad.
Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí,
Como un náufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio,
Sólo encontrar mi sitio.


Existen variados estilos musicales y en preferencias no hay nada escrito. Me gusta Amaral y en particular esta canción: “El Universo Sobre Mí”, que se encuentra en el último álbum “Pájaros en la Cabeza”. A medida que los iba escuchando, me fui enamorando gradualmente de la calidad interpretativa de Eva Amaral y de su personalidad histriónica en el escenario. Algunas letras de sus canciones me sirvieron de inspiración para escribir anteriores relatos, como: No quedan Días De Verano, El Mar De Madrugada, Confiar En Alguien y Te Recuerdo Marcia. En fin.

Fue en pleno proceso de catarsis momentánea, en un día cualquiera de Octubre, cuando escuchaba esta canción repetidamente, echado sobre la alfombra del living de mi casa. En ese momento decidí abrir un Blog, para expresar mis desvariadas emociones, con el fin de desahogarme en esta etapa en la que se venía un montón de cambios personales. Es una canción cuyo estribillo me identificó mucho durante un largo tiempo, como también en determinados momentos que se me presentan de vez en cuando. Se que con este relato (a lo mejor), estoy rallando en lo “cursi”. Sin embargo, considero que le debía un espacio a esta canción que sin duda marcará una etapa personal.

Ya se cumplirá un año de haber abierto mi "Bitácora". Por lo mismo, sé que en pocos días el estribillo que por meses fue el resumen de un ideal, ya no lo seguirá siendo. Mientras tanto, tatareo con gusto esta canción desde mi Blog, con su cierto grado de locura (obvio). Como aquel Octubre pasado, echado sobre la alfombra de mi casa.


Madre Hay Una Sola

_ Mamá...?
_ ¿Que pasa?
_ Te miro y me da pena.
_ Jaja... ¿Que yo te doy pena?
_ No, No! Ósea... te miro y me doy pena.
_ Mmm... En ese caso... pongo el hervidor, nos tomamos un Té
y si tu quieres... te escucho.


sábado, 16 de septiembre de 2006

La Consentida

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Para los chilenos el mes de Septiembre representa el mes de la patria. Durante los días previos al 18, todo es publicidad, quinchos, ramadas, fondas, comercio, etc... pero por sobre todo: patriotismo. Es el único mes del año, en que la gran mayoría de nosotros se acuerda del folclor de nuestra tierra. Algunas plazas, avenidas y edificios públicos de las ciudades, se adornan de los colores de nuestra hermosísima bandera. Es un ambiente muy típico el que se vive entre los chilenos. Ayer mismo, tuve que recorrer distintas comunas cercanas durante la mañana, y pude ver a muchos escolares vestidos de huasos, chinitas y huasitas de salón, acompañados de sus padres y profesores, vestidos también de la misma forma. En la plaza de mi ciudad, había un conjunto folclórico tocando Cuecas y Tonadas, mientras los niños de todas las escuelas vestidos con el atuendo característico, bailaban bajo un día precioso.
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Quise dedicar esta entrada a la música folclórica de mi país, gracias a la idea de mi amiga Lisette, quién desde este año se ha convertido en una maestra de Cueca (nuestro baile nacional). A pesar de que me enseñaron a bailar Cueca en varias oportunidades, nunca pude aprenderla muy bien. Para mí todo era zapateo y “daba la vuelta” cuando escuchaba la típica frase donde dicen: Vueeeeeeelta!
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Para mis amigos extranjeros y que pasan a visitar mi Blog, les dejo una muestra de nuestro folclor, con la Cueca “La Consentida”, que en particular me gusta muchísimo. Había pensado en subir la tonada "El Corralero", cuya letra es muy bonita pero a la vez muy penosa, y considerando que la depresión primaveral esta acechando por estos días, quise poner algo mas alegre. En la radio local escuché una cueca que se llamaba “La Cueca de la Pildorita”. Muy buena. Me reí cualquier cantidad cuando la escuché. Su letra trataba de la “Píldora del Día Después”, que ha causado gran controversia en el medio político local. Me fue difícil conseguirla, o sino la hubiese subido.
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A los amigos chilenos, les deseo un feliz 16, 17, 18 y 19 de Septiembre (jaja…medio fin de semana). Ósea… unas muy Felices Fiestas Patrias!! Y a todos los amigos hermanos latinoamericanos y aquellos de la madre patria, un gran abrazo.
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Dedicado con todo mi consentimiento a Lisette.
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domingo, 10 de septiembre de 2006

La Gitana y Yo



Esa mañana me dio por escuchar Estrella Morante y Kusturica. No se por qué, pero el ruido de los acordeones, trompetas y violines, resonaban mucho más en mis oídos que los aullidos del vocalista de System of a Dawn, que anteriormente escuchaba.

Pasadas las 12 del día, me dirigí al centro de la ciudad a realizar una que otra compra. La variedad de pedidos (CD’s, archivadores, tarjetas para el celular, pollo asado y crema para el postre), me decía que el recorrido comercial sería extenso.

Mientras caminaba por la vereda entre Hola’s y ofertas varias, diviso entre la gente una falda floreada de color rosado. Aquel movimiento característico de caderas, esos hombros erguidos y aquella cabellera sucia y malamente teñida, no podían sino corresponder al de una mujer gitana. Dejé de preocuparme en esquivar a la gente (que circulaba presurosa), y detuve mis pensamientos en la gitana y en todo lo que significaba su mundo. Pensaba en que hace un tiempo atrás, el ver gitanas en la vía pública me causaba un cierto recelo. En ese momento, aquel sentimiento se había convertido en una pequeña (pero creciente) curiosidad por saber más de su cultura, que muchas veces ha sido graficada de manera fidedigna o falsa en películas y novelas. Recordé que cuando realizaba mi práctica profesional en Cañete, me topé con 4 señoritas gitanas. Y aunque esa vez estaba disponible para que "me vieran la suerte”, fui ignorado por ellas como queriéndose escapar de mí.

En eso estoy, cuando sin darme cuenta, paso a rozar el cigarrillo que llevaba la gitana en su brazo derecho extendido a lo ancho de la vereda. _ ¡He paisano! ¿Me da una moneda? Atinó a decir casi en el instante. Me propuse seguir caminando con total indiferencia pero la gitana insistió. _¡Paisano… una moneda! Hey…Hey… Buen mozo…! La suplica por una moneda se había convertido en piropos. A lo mejor fue parte de su estrategia o bien me miró con “otros ojos”, pero al verme aludido por ella decidí corresponderle. La gente que circulaba y que escuchó lo que la gitana me había dicho, esperaba mi reacción con cara de asombro y burla.

Creyendo que en mi bolsillo llevaba monedas de $100, le entrego una, pero al verla en su mano, me di cuenta que eran $500. _ ¡Eh… muchas gracias paisano! ¿Si quiere te puedo ver la suerte? Me dijo, tratando de agarrar mi mano luego de darle la moneda. _No gracias… no creo en esas cosas. Le respondí, para seguir con la última compra que me faltaba (pollo asado). Me miró fijamente en cuestión de segundos y a pesar de que quiso insistir en decirme algo, arregló su cabellera y se fue repitiendo palabras en su idioma.

Seguí mi camino ante la mirada sarcástica de los vendedores ambulantes. Pero también, con la incertidumbre, de lo que me hubiera dicho la gitana, si en ese momento dejaba que a través de mi mano “viera mi destino”. Aunque mas que interesarme por mi futuro, perdía la oportunidad de conocer mas del mundo de los gitanos. Un mundo “cerrado”, pero cautivante para muchas personas que admiran su sobrevivencia frente a la contemporaneidad.


viernes, 1 de septiembre de 2006

Preocupación Paternal

Hija: ¡Papá…! Tengo novio.
Padre: (Chit’s) ¡Menos mal... ya era hora ya!
Hija: Si... pero...
Padre: ¿Y cuando se casan?
Hija: ¡No po! Si estamos recién comenzando... mas adelante quizás.
Padre: ...y cuál es el pero?
Hija: Eh... es que es Biólogo Marino.
Padre:
¡¿Y eso que importa?! Lo que me interesa es que sea un Hombre nomás! Así como están los tiempos hija…


miércoles, 30 de agosto de 2006

Historia... De Una Vez Contigo

Ahora, he comenzado a ver lo bello de un principio y lo triste de un final, en una historia singular, corta, pero a la vez intensa.
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En esa ocasión nos sentamos juntos en la “micro”. Estábamos totalmente desorientados y sin tener idea del trayecto. Nuestro objetivo era llegar al Terminal de Buses de aquella ciudad, desconocida para nosotros. Mientras recorríamos el centro, nos íbamos quedando solos en el microbús. Luego de pasado un rato, me dices: Me llevas apretando contra la ventana!. Las excusas que te di sólo me hicieron ver más ridículo. Pero como te lo dije en ese momento (casi susurrando y un tanto avergonzado), "me gustaba la idea de sentirte cerca". Cuando me decidí a cambiar de puesto, para no molestarte más, me dices entusiasta: No te preocupes, no ahí problema… a mí también... Te miro feliz y tu también. Y así nos fuimos... mirándonos el uno al otro. Contentos por lo que comenzábamos a sentir, no importando a donde nos dirigíamos.
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Después de 20 minutos, la imagen de un potrero inundado que se mostraba por el ventanal izquierdo del microbús, nos decía que nos habíamos perdidos. _ ¡Ya pasamos el Terminal hace 15 minutos! Les avisé pero parece que no me escucharon. Fue la respuesta del chofer al vernos preocupados. La solución que nos dió aquel señor era, que si tomábamos cualquier microbús que pasara por al frente, nos dejaría justo afuera del Terminal dentro de 20 minutos más de viaje. Nos bajamos muertos de la risa. En ése entonces, perdidos y mojados bajo la lluvia, se seguiría escribiendo lo que sería nuestra historia.
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Ha pasado un buen tiempo después de aquella vez juntos, y muchos vaivenes entre nosotros. Ahora, he comenzado a ver lo bello de un principio y lo triste de un final, en una historia singular, corta, pero a la vez intensa. Todo entre nosotros ya está dicho. Solamente me resta, dar vuelta la página del último capítulo, de lo que fue... nuestra historia. --

Si tanto he esperado...
poder sentir algo tan grande,
es muy triste,
ver su final.

miércoles, 23 de agosto de 2006

De Visita al Doctor



Desde chico fui enfermizo. Es común que cuando me pregunten ¿Cómo estas? mi respuesta sea: Me siento morir. Comienzo en abril con las típicas gripes. Luego en mayo y junio con las amigdalitis. Julio llega con las Bronquitis y las obstrucciones pulmonares, para terminar en octubre con las congestiones. Y dependiendo de cómo se venga el año (o la mala suerte), una que otra gripe en diciembre. En fin. Lo peor de todas estas complicaciones aparte de sentirse “pal’ gato”, es tener que ir de visita al Doctor.

En ciertos casos me resulta detestable ése trámite. Eso de no “cachar” nada de medicina, términos y tratamientos clínicos me hacen sentir en cierta forma un ignorante y un total desvalido. Y uno en esas materias es tan ingenuo, que cae de inmediato en la “buena voluntad” de aquel señor(a), que por 15 minutos (como mínimo en su oficina), pasa a convertirte en tu confidente para después: “si te he visto no me acuerdo”.

Siempre cuando entras a la oficina de su consulta te miran como un ser inferior. Saben que eres un pobre individuo, débil e ignorante. Yo lo tengo claro por que he ido varias veces a las clínicas o consultorios, que por suerte lo único que no cambian son las fichas médicas. El doctor que vi la última vez se “mando cambiar” a Cuba a realizar una especialización (de seguro en playa Del carmen), y la última señorita asistente la echaron por un “condoro” que cometió con un paciente, seducido seguramente por ese lindo “par de ojos” que dejaba mostrar inescrupulosamente.

Cuando uno entra a la “oficina” del Doctor con lo primero que tropiezas es con la camilla. Te hace un montón de preguntas, mientras anota todo lo que uno dice (o casi todo), en un PC o en una libretita (dependiendo si la consulta es por FONASA o particular). Luego te obligan a sacarte la ropa (parcial o totalmente) para ver si estas diciendo la verdad. ¿Qué te duele? Toce para ver si tienes flemas. ¿Al respirar, sientes que te silva el pecho? ¿Puedes dormir en las noches? A ver tus amígdalas. Etc… etc!! Todos esos exámenes intimidatorios te quieren decir: No te creo nada, eres un hipocondríaco o mas bien un “pilluelo” que no quiere ir a trabajar o asistir algún examen que a última hora no estudiaste.

Después que aquel señor desconocido de manos frías te ha manoseado hasta mas no poder, se aleja de ti, dejándote sobre ésa camilla que arriba tiene un papel confort gigante. Cuando ya se sienta en su escritorio, mientras tu te quedas desnudo y preocupado por tu situación, te grita a lo lejos: “Ya vístete”. Frase que te diferencia sólo por un “le pago con un bono no?” de una prostituta. Entonces, cuando ya logras vestirte de forma incómoda, te sienta nuevamente en frente de su escritorio (como si vinieras a pedirle empleo), mientras a ti te sudan las manos de preocupación y con la expectativa de saber si tienes tuberculosis o si sólo necesitas una aspirina.

Ahí viene la parte en donde te da una pila de medicamentos que pueden ser: Clorfenamina y Paracetamol 500 mg cada 8 horas. O si la cosa es mas grave Tetraciclina 500 mg más Salbutamol por 15 días cada 8 horas. Y no faltan aquellos doctores “zarpados” que te dicen “patúamente”: Póngase de espalda sobre la camilla que le pondremos una inyección. Y otros doctores que te mandan hacer unos tediosos exámenes, para buscar que se yo… estreptococos, bacilococos y todos los bichos de la familia cocos habidos y por haber en la sangre.

Al final vienen las risitas fingidas y preguntas varias sobre tu vida (dependiendo si la visita se hizo corta) y un hasta luego. Ah!! Y no falta el que al final te dice: Si las molestias persisten no dude en volver a visitarme. Sin duda desagradable. Pero no me queda otra. Otra vez de visita al Doctor.


[[ A mis amigos Doctores y a los que estudian Medicina, por favor no se molesten, fué con todo mi cariño (Jijiji...) ]]

martes, 8 de agosto de 2006

Andando en Bicicleta


"La vita é come andare en bicicletta. Solamente Lei
precipita se Lei ferma pedalare"

"Viver é como andar de bicicleta. Você só cai
se parar de pedalar"


"Vivir es cómo andar en bicicleta. Sólo te caes
si dejas de pedalear"




Claude Pepper

martes, 1 de agosto de 2006

Te Recuerdo Marcia


Hay momentos en la vida en que nada resulta y todo termina
en malos ratos. Es en ésos instantes, cuando recurro a los gratos recuerdos de aquellas personas que en algún momento de mi vida, han contribuido en mi crecimiento personal, y que ahora por distintas razones ya no están cerca.

De entre tantos amigos, se me viene a la memoria mi ex compañera de carrera, Marcia. La otra vez cuando me llamó, fue una grata sorpresa volver a escuchar su amable voz y sentir su simpatía tan cerca otra vez. Me llevó a recordar viejas fases olvidadas, que en cierto modo necesitaba recordar.

Junto a ella pasamos muchas etapas comunes en nuestra vida universitaria. De un eficiente equipo “simbionte” de estudio e investigación, pasamos a ser testigos de nuestras propias desventuras y logros. Compartimos momentos de festejos, diversión, penitas varias, pero también de mucha risa. Lo que mas recuerdo de ella en éste minuto, es la típica frase: “¡Pero Adán!… tienes que ver el lado positivo a toda la situación”, que en un tono de broma y seriedad me decía, cada vez que le contaba o se enteraba de mis cuitas. Y siempre que yo lo hacía, las conclusiones eran carcajadas unánimes por lo absurdo que podrían resultar algunos problemas.

Ambos compartimos una misma afición por la agronomía, la ciencia, el bien común, el cine, las series de TV, los animales y sobre todo… los gatos. Destaco de ella su tolerancia y enorme paciencia, no sólo conmigo. Es de aquellas personas que estan dispuestas a escuchar en todo momento. Nuestras charlas se caracterizaban por un humor irónico y una mirada a veces soñadora de la vida. Recuerdo, cuando intentábamos arreglar el mundo cada vez que caminábamos esos 30 minutos por la avenida Pablo Neruda rumbo a nuestras casas, aún aguantando el frío y la lluvia de Temuco. O cuando nos reíamos en el laboratorio de Química junto al Pancho, el Esteban y la Paula, hablando “cada cosa” de los distintos personajes que nos rodeaban.

Ya será un año que no nos vemos. El destino que una vez nos unió en etapas comunes, te envió al interior del desierto de Atacama a ejercer tu profesión, siendo nacida y criada en el Sur de Chile. Es mucha la distancia entre nosotros, pero las ganas de sentarnos a conversar de la vida, ya sea caminando a través del smog de Temuco o al calor de una estufa tomando café, están más viva que nunca.

De verdad te hecho mucho de menos mi querida amiga. Como a muchos de nuestros amigos y compañeros. Espero que muy pronto podamos volver a encontrarnos. Se que lees mi Blog allá en Atacama y desde acá te deseo a través de mis palabras; ¡Toda la suerte del mundo! Muchos cariños y un fuerte abrazo. Desde siempre tu amigo y hermano: Sólo Adán.


domingo, 9 de julio de 2006

Una Hermana y su Abrazo

Querido Blog:

Mientras transitaba solitario por el anochecer reciente de aquel día, esquivando al viento invernal que me apresaba por las callecitas del Barrio Madera, me tropiezo con una escena que llama mi atención. En la plazoleta siguiente, justo al frente en mi dirección, dos muchachos avanzan presurosos pretendiéndose escapar de la lluvia, que con aislados goterones anunciaba su caída.

Los personajes: una chica de aproximadamente 17 años de edad (muy bonita por lo demás), se hacía acompañar por un chiquillo desabrigado, delgado, a simple vista cuatro años menor que ella. Ellos no se dan cuenta que de entre las sombras de los antejardines, a muy poca distancia los observo.

La muchacha abraza al niño en una acción natural y algo protectora. El chico visiblemente molesto por ese gesto de cariño le refuta lo siguiente: ¿Para qué me “abrazaí”?! ¡No me gusta que me abracen! Ella le responde en un tono conciliador y casi maternal: Pero si somos hermanos… de que te preocupas? _Pero a mí no me gusta que me “abrazí” tú…! aparte... nos pueden ver mis compañeros. Le respondió el muchacho. Ella, como sacando frases desde lo más íntimo de su corazón le contesta: Déjame abrazarte ahora que estás “chiquitito”, porque cuando más grande serán otras las que te abrazaran y que a lo mejor yo, no conoceré nunca. Ahí te olvidaras de los abrazos de tu hermana y no los vas a necesitar jamás.

El chico más convencido de aquella idea se resigna, y se allega a su hermana con rostro entremezclado de placidez y conformismo. _Tonto! ¡Te dije que te pusieras casaca porque nos iba a llover! Ahora te aguantas si yo te tengo que cubrir. Fue la última expresión de la hermana. Luego de ésto, ambos se pierden entre risas por los callejones empozados del Madera, sin haber notado mi muda presencia.


En el instante adecuado, dejo escapar un suspiro vago motivado por la emoción de tan particular escena. Sigo en mi ruta a casa entretenido: pisoteando el agua y jugando con el viento y la capucha de mi parca, pero a la vez, meditando en las palabras de aquella hermana. Cuanta verdad y sentido, pero también… ¡cuanto error en las frases de la hermosa niña! Si bien, uno ha crecido y ha probado el calor de otros brazos, hay momentos en la vida en que el frío de las tormentas circunstanciales de tu destino, te hacen anhelar el abrazo protector de un ser querido. Quizás en esos momentos, el abrazo de un hermano o una hermana sea tu mejor abrigo. Son las cosas de la vida… de seguro, ya lo entenderá aquel niño.

Me detengo en la esquina y la lluvia me sorprende rauda a la salida del Barrio Madera. Ya no importa si me mojo. Sólo restan dos cuadras para llegar al calor del ansiado destino: Mi hogar.


martes, 4 de julio de 2006

Se nos fue Julieta


Mi niño… se me fue mi hermana”. Fue la exclamación entre sollozos y ahogos de la señora Nelly cuando me acerqué a ella a darle mis condolencias. Aquellas palabras tan sentidas, hicieron que mi pena, que ya había llegado a su punto más alto de acumulación, se hiciera manifestar con unas cuantas lágrimas en mis ojos. Aunque no soy de aquellas personas que lloran regularmente en público o en privado -más bien un tipo frío e indiferente- esa situación lo ameritaba bastante.

Mientras abrazaba a la señora Nelly, que avanzaba detrás de la urna por el pasillo principal del templo en donde velaban a su hermana Julieta, presentí, que por un segundo ella se desvaneció entre mis brazos. Me sentí con la obligación de expresarle alguna palabra de aliento mientras la sostenía. La verdad, no tuve valor para decirle nada. No me salían las palabras y aparte, nunca he sido bueno para esas cosas. Quería manifestarle mi congoja por la pérdida de su hermana, quién siempre me manifestó un profundo cariño.

Con más de dos mil personas asistentes, un templo evangélico repleto, el altar decorado con cintas blancas… y de fondo: la Carola entonando líricamente ese himno “Cerca Más Cerca, Oh Dios de Ti”, acompañada por el Iván en el órgano, hacía que el ambiente se volviera hermoso, casi celestial; pero a la vez penoso por la pérdida de una gran mujer, que todos los que estábamos ahí presentes tuvimos la suerte de conocer.

Julieta era una señorita de más o menos 45 años a quién la había conocido junto a su familia apenas hace unos siete años atrás. Nos unía una profunda amistad entre su familia y la mía. Una mujer muy extrovertida, tierna, carismática, desprendida, solidaria; siempre con una sonrisa en su rostro. A nosotros como familia nos quería bastante sobre todo a mí y a mis hermanos. Cuando nos encontrábamos en la calle siempre era un saludo cordial, acompañado de un beso, una caricia y un abrazo. Era de aquellas pocas personas que sin preguntar mucho sabía las inquietudes de los demás, y con cierta cuota de sabiduría te regalaba las palabras justas y agradables que necesitabas escuchar en áquel momento.

De su vida pasada no se mucho. Las malas lenguas decían que era una señorita “coqueta y enamoradiza”. Sin embargo, hace siete años, ella abrazó una Fe que cambio completamente su vida, su personalidad, volviéndose tremendamente alegre y positiva.

Julieta, pasó a formar parte de la larga lista de mujeres victimas del Cáncer de Mamas en nuestro país. Según dicen sus familiares, ella lo sabía de hace un año pero nunca optó por recurrir a los médicos para ponerse en tratamiento. En vida, recibió varias críticas por doctores y gente conocida, incluso de entre sus familiares. Sin embargo, ella había abrazado una Fe que era mucho más fuerte que su enfermedad. Su fuerte amor por Dios, la hacía confiar siempre en que él la iba a sanar y en eso se aferraba firmemente. Cuando conversaba con ella, siempre me decía: yo se que sirvo a un Dios vivo y grande, y si a él le place me va a sanar, y si no… que se haga su voluntad para conmigo. Ni lo alto ni lo bajo me apartara del amor de Cristo. Sin duda esa Fe me dejaba atónito. Al verla tan decidida, tan confiada, hacía que mi ego se volviera tan mínimo. Una alegría y una paz que irradiaba, aún debilitada en cama por el dolor. Jamás se sometió a tratamiento médico sabiendo la gravedad de su enfermedad. Decía que tomaba vitaminas de Fe todos los días. En su postración, seguía dando ánimos y fuerzas a la personas que la visitaban. Era sin duda una mujer admirable. Me faltan las palabras para describir aquella fuerza que se veía en sus ojos, que se transmitía a todas sus cercanos que la contemplaban en su terrible dolor.

A mediados de marzo de este año, ella llegó a mi casa con algunos “frutos de su fundo” como siempre decía. Y para mí, una botella de chicha de manzana “fresquita”. Esa vez fue el último momento que la vi en pie. Cayó en cama para no levantarse más y pasar 4 meses postrada, desahuciada, sin ningún remedio ni calmante que le apaciguara sus dolores.

El viernes en la tarde, por fin su cuerpo dejo de sufrir. Esa tarde, un ángel paso lista por ella allá en los cielos. En conciencia nos dejó, pero sus virtudes y su gran lección de vida; esa fuerza y esas ganas de vivir que siempre tenía, quedaran grabadas muy dentro de nuestros corazones.

En el servicio fúnebre del templo, el Pastor dijo en su mensaje: El hombre nacido de mujer es corto de días y hastiado de sin sabores. Mi piel se corromperá en el polvo pero mi alma renacerá para alabar al creador de mi alma. Agregó además: Julieta no ha muerto, ella sólo duerme. Nos aventajó en este peregrinar, dejando esta dura batalla de vivir en medio de los sinsabores de este mundo, para encontrarse con el amor y redentor de su vida. Palabras que sin duda nos consuela y nos dejan mucho que reflexionar. Quizás Dios no sanó su cuerpo, pero si su alma, y le plació su voluntad llevársela, por que vio en ella un tesoro muy preciado que necesitaba descansar.

Nunca antes la muerte y el cáncer me habían dejado tan conciente sobre estos temas. Pensaba en el propósito que Dios nos tenía en esta vida. Como se dijo en ese día: Jehová lo dio, Jehová Dios lo quitó, sea el nombre del Señor bendito.

Julieta... gracias por todo lo que nos has enseñado, dándonos una gran muestra de Fe y valor. Desde ya te decimos con mucha tranquilidad y consuelo todos los que te conocimos: QUE EN PAZ DESCANCES.

martes, 20 de junio de 2006

Confiar en Alguien

Yo te imagino dormida,
si llego a mi casa muy tarde.
Lo cierto es que no me acostumbro
a dormir al lado de nadie.
Cerrar los ojos y abandonarse.

No pongas un precio que no puedes pagar,
no quiero marchantes de arte.
No estuve en el casting de estrellas de rock,
no soy marioneta en este baile.
Sentirse solo, sentirse aparte.

Prefiero vivir a mi manera,
eso no hace daño a nadie,
pero quiero que me entiendan.
Déjame vivir a mi manera,
necesito que me creas,
necesito confiar en alguién.

Yo te imagino dormida,
si vuelvo a mi casa muy tarde.
Lo cierto es que no me acostumbro
a dormir al lado de nadie.

Siempre me voy...
siempre a ninguna parte,
mi vida es un vuelo sin motor.

Prefiero vivir a mi manera,
eso no hace daño a nadie,
sólo quiero que me entiendan.

Déjame vivir a mi manera,
necesito que me creas,
necesito confiar en alguien.

Déjame vivir... déjame vivir,
déjame vivir a mi manera.





CONFIAR EN ALGUIEN, PÁJAROS EN LA CABEZA - AMARAL

viernes, 2 de junio de 2006

Viernes de Verduras

Querido Blog...

Eso de tener el kilo de carne a un alto precio en el mercado nacional, producto de la no importación de carnes rojas desde los países del MERCOSUR por causa de la fiebre aftosa, ha hecho variar un poco la dieta en los hogares chilenos. En el mío no es la excepción.

Hoy día fue otro viernes de las “benditas” verduras. Primer plato: sopa de verduras; segundo plato: porotos con riendas; tercer plato: tortilla de acelgas acompañada de una especie de papas mayo, revueltas con brócoli, zanahoria y cilantro. De refresco una Pepsi, bien heladita para pasar el almuerzo (no había Coca Cola en la esquina o sino el comercial hubiese sido profético). De postre: juguito de pomáceas cocidas (membrillos + peras + manzanas). Ayer hubo zapallitos italianos rellenos. Para mañana…? es muy probable que sigamos con las verduras.

Bueno, no me quejo de los vegetales. Al fin y al cabo me gustan. Pero encuentro que para mí, el cambio de dieta fue muy rotundo. Desde que llegué a mi casa, eso de las dietas y el comer sano, es materia obligada a la hora de cocinar. No es que en mi casa coman solamente verduras, pero... después de tres días seguidos comiendo "pasto", se hecha de menos un buen plato de bistec con huevo y papas fritas. Para más remate, ahora en junio es más difícil poder organizar algún asado con los "kumpas". Con suerte... una completada. Aunque pensándolo bien, mejor es que no. Después de los asados siempre termino con un sentimiento de culpa por comer carne como "tigre después de huelga de hambre".

Para el domingo va haber pescado asado (reineta). No me “pescaron” mucho con la idea del costillar de chancho. O sea… mi pancita difícil que vuelva aparecer con este régimen. No ahí derecho!!

martes, 30 de mayo de 2006

Gonzalo Rojas


Veo un río veloz brillar
como un cuchillo,

partir mi Lebu
en dos mitades de fragancia,

lo escucho, lo huelo, lo acaricio,
lo recorro en un beso de niño como entonces,
cuando el viento y la lluvia me mecían,
lo siento como una arteria más
entre mis sienes y mi almohada.




Extracto de "Carbón" del poeta chileno Gonzalo Rojas,
Premio Nacional de Literatura, Premio Cervantes 2003,
Candidato a Premio Nobel de Literatura 2006.


jueves, 25 de mayo de 2006

Sensaciones Muchas

Querido Blog...

Ese rato, me dirigí a la cocina a preparar un rico té con limón para tratar de hacer más placentero este resfrío, que se me ha prolongado ya por varios días. Pero al abrír el refrigerador para sacar los limones, me topé con una botella de chicha de manzana. En ese momento, aquel dicho popular: “Lo que uno propone... Dios dispone”, se convirtió en ley. Cambié la idea original por ese tentador brebaje natural que se notaba fresco y frío.

Tres tiritones al primer sorbo, me dieron a entender que aquella “muy distinguida bebida”, se encontraba en estado de fermentación avanzada (fuertona). Mis ansias de “beber” de aquel juguito de fruta, hacían que mis papilas gustativas se hicieran notar, haciendo agua mi boca. Como no vi a nadie alrededor, me adueñe de ese litro de chicha (litro y medio), me lo llevé a un lugar retirado del mundanal quehacer y me lo serví poco a poco.

Terminado el ritual de degustación y con los ánimos recargados, compruebo que recupero la inspiración (que se me había perdido por mucho tiempo), y se me vienen esas ganas repentinas por escribir. No sabía exactamente el motivo de tan misteriosas ganas. Me pregunté: ¿Será el factor etílico el responsable? No sé. El asunto fue..., que con cierto “grado” de felicidad y astringencia papilar, traté de pensar en que podría escribir. Tenía claro que las ganas de garabatear estaban, la inspiración creo que también, pero la disposición para pensar?… parece que no. Se me vinieron un montón de cosas a la mente, cabeza o cerebro (no se mucho de esas cosas). Sensaciones surtidas y todo, pero nada fluía.

Miro fijamente entonces a quién según yo podría tener la culpa de tan extraña confusión… ¡Mi lápiz! Es ahí donde le pregunto sin vacilación y con cierta cuota de autoridad: ¿sssomo’ amigo’sss o no sssomo’ amigo’sss?!!!

Aquel individuo se veía débil, "flacucho", como tambaleante, medio mareado, sin ganas de discutir. Al verlo así, me embargué en una pena tremenda por él. Así como con ganas de llorar por no poder ayudarlo. Increíblemente aquel lápiz azul, había tocado lo más profundo de mi corazón. Lo abracé fuertemente con mis dedos y le dije que todo iba a pasar. Que todo lo que nos ocurría en esta vida era para mejor. "Que no ahí mal que por bien no venga"… y todas esas frases raras y típicas que se expresan por ahí las personas cuando alguien esta de duelo.

Le dije muchas cosas o cosas muchas. Hasta que según yo estuviera más repuesto. De ahí el me respondió con una sentida expresión: ¡Puxa que te quiero weo…!! Ese breve comentario, me dio a entender la buena relación que ambos habíamos alcanzado en ese momento. Yo le dije con total entusiasmo: ¡¡No te gastí’s nunca compare!! El me respondió: Nunca weo…!! Nunca!! Que bien, me sentía feliz y no sabía por que.

Bueno, muchas sensaciones o sensaciones muchas, que no tenía idea de por que las sentía. Las ganas de “carretear” en ese momento no faltaron. Pero me encontraba solito, o sea… yo con mi lápiz. Le converse que la otra vez, le había enseñado a la flaca (mi hermana) a bailar tango. Que entre tanto "chute" al aire nos había salido una muy buena “performance”. Aunque parecía clases de “capoeira” (no se como se escribe), igual la habíamos pasado muy bien en ese rato de reencuentro familiar.

Lo convidé a bailar, pero el lápiz me dijo muy enfurecido que no bailaba con weo… De verdad me jodió medio-medio y me sentí de sobremanera ofendido por ese “retamboreado” y “flacucho” lápiz. Mientras me debatía maliciosamente, entre agotarlo en ese mismo instante o dejarlo para otra ocasión, escucho la voz sorpresiva de mi Padre en la cocina preguntando por la chicha.

Ahora la sensación era de preocupación. ¿Qué "chiva" invento? Le pregunté a mi mejor amigo en ese entonces ahí presente (mi lápiz), el cuál me dijo que lo “engrupiera” con eso de las propiedades benéficas del vinagre de manzana sobre el tracto digestivo. _Chicha y vinagre de manzana ¿que relación tienen?. Me pregunté.

Aunque me costó al principio, pensé que no sería mala idea, sobretodo si lo asociaba con esta gripe que padecía. Además, no sería malo asociarlo también a la gripe aviar o a la fiebre aftosa. Tenía que puro confiar en mi poder de convencimiento y de seguro me creería todo. Así que confiado me fui (o me fui confiado), a dar la cara y a contarle a mi progenitor de las propiedades milagrosas del "juguito" fermentado de manzana.

Anda a saber uno eso de las propiedades beneficiosas de la chicha de manzana, que sirve para adelgazar y para regular el tracto digestivo, según dicen. Lo bueno de todo esto fue, que por un instante, la "chichita", me ayudó a ver la vida de un profundo color azul. El color azul de aquel lápiz que utilicé, para escribir este loco y fantasioso relato.

domingo, 14 de mayo de 2006

El Mar de Madrugada


Ya se me había olvidado lo fuerte que ruge el mar durante la noche por estos lados, en épocas de otoño e invierno. A menos de 3 Km. de mi ventana, aquellas olas que ininterrumpidamente rompen sobre las rocas, se convierten en el único sonido que memoriza mi inconciente.

Creía que la principal causa, de que por estos días el quedarme dormido se haya convertido en un suplicio, solamente se debía a la actividad del océano y a las corrientes estivales del Ártico. Desde esta madrugada, tal suposición queda completamente obsoleta.

Lo cierto, es que justo en las noches y más aún cuando el amanecer está por comenzar, al mar se le ocurre agitar sus olas con esa magnitud, atormentando mis variadas convicciones, haciéndolas tambalear como castillos de arena, cuestionando mi actual realidad y trayendo a la memoria mis recuerdos.

Son recién las 5:30 AM. No quiero pensar más. Sólo deseo sentir el estruendo de aquel frío gigante que se contiene en aquella playa donde de día recurro a buscar ese azul sosiego.

Cierro mis ojos y me abandono, sumergiéndome debajo de las tibias frazadas de mi cama, creyéndome fundir con aquel bendito mar, que en ésta larga madrugada, se ha convertido en el único testigo presencial y sonoro de mi desvelo.

viernes, 21 de abril de 2006

Happy birthday


En un día como hoy, hace 25 años, a la edad de veinticinco años,
mi madre me trajo a este mundo... jejeje.


miércoles, 12 de abril de 2006

Mutilla, membrillos, piñones, moras, castañas, copihues y avellanas.

Aqui de nuevo...

Hay personas que sufren de depresión post-vacaciones a causa del término del período estival y por la vuelta al trabajo, la rutina y el frío. Conozco a varias personas que ya están pasando por eso en este momento. La verdad que es una “lata” por ellos. Pero como dicen: No hay mal que dure cien años.

Por suerte, ese tipo de depresión no me ha llegado a tocar... creo. Al contrario, disfruto caleta del “vientecito” helado de las tardes de marzo y abril, y de todo lo que implica el otoño. Si bien, en los veranos la paso la “rax”, parece que soy mas de frío que de calor.

En abril estoy de cumpleaños. Típico... mes que naciste... mes favorito. Pero en mi caso no es tan así. Marzo y abril es temporada de: membrillos (mi fruta favorita), mutilla, piñones, moras, castañas, copihues y avellanas. Y es que me gustan “caletas” esos frutos silvestres y muy típicos de acá del Sur. Eso de haber crecido en un ambiente apegado al campo, me hizo como valorar mucho estas cosas. Para algunos no tiene mucha importancia, pero para mi en particular, como que anhelo que llegue esta temporada. Bueno, igual hay toda una historia por detrás, de aquellos momentos cuando íbamos a recolectar moras, mutilla, etc. Aunque suene medio loco decirlo, en ese tiempo era el medio panorama para mi.

Mi hermana me dijo ayer que se comprometía a que si algún día me muero, me enviaría al cementerio membrillos en ves de flores. Me gustó la idea: Una tumba “enmembrillada”. Siempre me regala un membrillo para mi cumpleaños... uy!! ya se me hizo agua la boca.

Y es que en mi casa saben que soy fanático de estas cosas. Me tienen que estar restringiendo... como que me cuesta controlarme jejeje. Pero así no más. No hay como el olorcito al canastito de mutilla, al dulce de moras casero, al membrillito con sal, a los copihues estampados en el campo, las castañitas, etc... etc.

En este mismo momento mi mamá esta cociendo piñones... mmmmm... iré a “cachar” que onda. No quiero que me dejen sin mi buena porción (jejejeje).

jueves, 30 de marzo de 2006

Crónicas de Universidad


Es día martes y Gabriel se dirige al nuevo casino inaugurado en el campus central de la Universidad. Ese casino que a simple vista parece un acuario, construido entero de vidrio y donde es posible apreciar todo su espacio interior desde afuera, junto a las personas que en él se encuentran.

Pero antes de cruzar la calle Uruguay la seguridad de Gabriel se ve perturbada de forma sorpresiva. Mónica, una chica de pollera celeste lo reconoce y contempla entre reojos su aproximación.

Sin duda algo inquieta a Gabriel... algo que lo saca de su habitual concentración. Mónica se da cuenta desde el interior del casino. Para ella es fácil advertirlo en él, ya que en estos tres meses de primer año universitario lo ha aprendido a conocer bien.

Siempre cabe la casualidad de compartir los mismos lugares, creándose un vínculo algo diferente. Más aún, perece ser que el coincidir en ciertos lugares no tiene nada que ver con las probabilidades, todo lo contrario, obedece a sus propias intenciones. De otro modo, como explicar el repentino gusto de Mónica por el café acompañado de un cigarro en aquel casino de vidrio, y del agradable sol de mayo en la plaza Los Aromos.

Ella disfruta con verlo pasar entre tanta gente y hasta es capaz de reconocerlo entre la multitud. Por un momento, Mónica se siente estar en un gran teatro tratando de lograr que el actor principal la mire sólo a ella, que actúe como si fuera su única espectadora. Y es que a ella le gusta mucho la exclusividad. Cuando ambos adolescentes conversan, ella se siente gozar de esa exclusividad, creyendo ser parte de un mundo... aquel mundo que no existe cuando habla con Gabriel.

Gabriel sigue su ruta habitual, llega a la esquina, dobla y se pierde tras los altos árboles del lugar. Mónica y su amiga se dirigen a clases, y es sólo en ese momento, al ver como aquel delgado joven se aleja, cuando ella se queda en completo silencio.

Ya van un par de años y hace tres meses Gabriel y Mónica se reencuentran nuevamente aquí en la universidad. Junto con ellos, las cosas parecen haber cambiado mucho. Hoy los escaños parecen estar siempre ocupados, el cielo nublado y el viento que corre es capaz de helar los pensamientos. Mayo le juega a ambos una mala pasada. La voluntad es cosa de locos y ellos no quieren correr el riesgo de perder la cabeza.

jueves, 23 de marzo de 2006

Noche de penas

Otra vez estoy aquí. Claro que esta vez me escapé de la burbuja en la que me encontraba y decidí aislarme del resto, buscando la tranquilidad de esta noche otoñal, sentándome a la orilla del camino.

En el momento en que me siento, me doy cuenta que la calle esta absolutamente desierta. Bueno... casi desierta. Salvo por aquellos dos perros que vagan por ahí cerca, mirándome con cierta lástima como adivinando mi desdicha. Me doy cuenta que mis vecinos se encuentran en sus hogares, todos refugiados frente al televisor. El cemento está muy helado, pero aún así resisto el frío, todo por disfrutar de ésta noche fresca, clara y estrellada.

Pienso en mi Blog, uno de mis refugios favoritos para depositar mis impresiones. Me decido por trazar este preciso instante. Instante en el cuál escupiré toda esta pena que llevo dentro. Así lo haré, aunque se lea algo patético. Y lo siento mucho por aquellas personas que leen mi bitácora y que además de encontrarlo triste, “patúamente”no postean. Pero "así no más es la cosa", es mi espacio personal y en mi vida no siempre cunden los buenos momentos.

Casi siempre trato de rehuir la pena, pero ésta al final siempre me alcanza. Hoy es un día de ésos, día de penas varias. Pienso muchas cosas, pensamientos tan rápidos que vuelan como los mosquitos en las luminarias. Tristezas acumuladas de días pasados, que me nacen del interior, como del estómago, y que se deposita y crece como un tumor, aportando todo su dolor a través de mi débil cuerpo.

Definitivamente, las relaciones humanas no son lo mío. Por eso mismo creo que me volveré un ermitaño o un autista. Estoy cansado de decepcionar y de recibir decepciones. “El que no se arriesga no cruza el río”... bla bla bla..., me vale un ajo esos dichos en este momento. Aburrido de buscar respuestas en la gente: en sus actos, en sus dichos, en su forma tan variada de ver la vida, para así de una vez lograr comprenderlos. Sé que no hay nada que entender, solo ver. Muchas ideas que me confunden. Y es tanta la confusión que me da miedo. ¿Adán con miedo? Si, también siento miedo. Me pregunto: ¿qué esperar de la gente? ¿qué esperan ellos de mi?, y solo viene un rotundo: ¡NO SË!. No me importa saberlo tampoco, por hoy cierro mis ojos para no saber de nada.

Esta claro que mis penas tienen un origen... yo. ¿Seré entonces yo el problema?. Y otra vez la respuesta: ¡NO SÉ!. Quito bruscamente mi mirada del oscuro bosque y la dejo caer sobre ese auto que se aproxima, solo para que aquellas interrogantes no sigan perturbando más mi mente.

Aunque me muestro firme frente a todos, las palabras de ciertas personas han caído hondo sobre mi, hiriendo mis sentimientos sin yo poder decir o hacer nada.

Trato de esperar mi ansiada libertad, pero es como esperar nada. Mi conciencia me habla y me responde: El que espera y confía en el hombre nada recibirá, y el que ama esta vida prontamente la perderá. Claramente me siento decepcionado de este mundo y su sistema. Creo ser un extraño en mi propia sociedad. Ya no quiero cuestionar más a la gente ni saber que ellos mismos me cuestionen. Evitaré de mostrarme racional y desbordaré toda mi locura en pos de mis razones. Seguiré levantando más alto esta muralla que construyo, la muralla de mi orgullo, la que me servirá para aislar mis mundos de los demás mundos que me invaden.

Pero, ¿por qué pensar así?. Justo cuando todos me necesitan me encuentran, y cuando yo necesito de ellos nunca están. Y si pienso en aquellas personas que me han demostrado su cariño... cariño que yo no les puedo corresponder, me siento más afligido.

Siento que entrego mucho y que recibo poco. Pero de la misma forma que entrego mucho, oculto mucho también. Quisiera recibir paciencia, comprensión, empatía, cariño, sentir no sé... ya no sentir nada. Mejor será para mi, transformarme en un bloque de cemento frío y duro como el de esta berma, para que así no sea nunca más abatido. Total, como dice el dicho: entre más conozco a las personas... más quiero a mi perro.

sábado, 11 de marzo de 2006

No quedan días de verano

Aqui de nuevo...

No quedan días de verano
el viento se los llevó,
y un cielo de nubes negras
cubría el último adiós...



Sin duda, me terminó gustando este dúo español. En éste mismísimo momento escucho el tema "No quedan días de verano". Anteriormente había escuchado varias canciones de Amaral en la radio, pero durante este verano terminé por convencerme con el grupo gracias a la influencia de cierta personita. No soy un tipo fácilmente influenciable (eso hay que aclararlo), pero ella me ayudó a descubrir la fuerza interpretativa de Eva Amaral, la fusión de sonidos en sus canciones (rock, pop y flamenco) y el contenido realista de sus letras. Podría decir muchas cosas respecto a este dúo, pero eso es trabajo de un crítico de espectáculos. A mi solo me gusta, aunque yo le hubiese dado la antorcha de oro y la gaviota de plata en el festival de Viña.

Literalmente... no quedan días de verano. El sol ya ni calienta como antes y el mar se puso más bravo. Los días se hacen más cortos y el viento Sur sopla con más fuerza haciéndose más frío con el avance de los días. Típicos síntomas del adiós del verano y de la llegada del otoño (mi estación favorita).

Ayer quise ir a la playa, acompañado con amigos o por último con algunas de mis hermanas. Nadie me pescó. Pero el día estaba imperdible según yo, así que aproveché de sacar mi bicicleta y salir a revolcarme un rato a la arena y ver que se podría dar por esos lados. Así lo hice, pero ya no tenía el mismo gustito de hace días. Como haya sido la cosa, igual me relajé demasiado. Me bañe en las gélidas aguas de la Bahía Carnero y tomé sol hasta cuando estuve completamente seco antes de marcharme a mi casa.

Fue un verano muy particular, tranquilo... pero bueno. Fue distinto a los demás veranos, porque noté un cambio en mi actitud en comparación a los estivales ya pasados. Ya no era el tipo que andaba como loco rompiendo olas, ni el chico traumado que no lo sacaban del agua ni con grúa donde quiera que fuese. Tampoco anduve haciendo mis típicos numeritos en fogatas, ni en las salidas de camping, ni en aquellos asaditos varios (que no fueron muchos). Me encontré más maduro, aunque no tanto, pero algo, un poquito nada mas..., si..., no mucho...

Pero lo que más rescato de este verano, es que fue más familiar que los anteriores. Como que pasé mas tiempo con los míos. Me di el tiempo para conocer a mis hermanos después de tantos años sin sentarnos a pelear bien duro y a aclarar inmediatamente nuestras diferencias de modo civilizado. Tuve la impresión en que después de cinco años, ellos me volvían a conocer. Claro, porque pase más tiempo con ellos. No fueron días, semanas, ni un mes... fueron varios. Período necesario para ellos, para que pudieran conocer que no soy un hermano tan malo (jejejeje). Y de mis papas? ni hablar, con mi Mamá, la relación se estrecho mucho más. Pero aún así, no viviría con ellos ni jodiendo (toco madera).

Pero no sólo eso. Aproveché de reencontrarme con viejos amigos y ex compañeros de escuela y de liceo que no veía en años. Saber de algunos que ya estaban casados, que eran padres y que tenían una vida formalizada (por así decirlo). Muchos temas de conversación, algunos muy profundos y otros demasiados divertidos. Y con mis actuales “cumpas” con los cuáles pasamos gratos momentos.

Ahora me recuerdo de aquellas charlas que teníamos en la orilla del río en algunas tardes de Enero. Nos duraban hasta llegar la noche y terminábamos picados de zancudos y tullidos. O de las salidas en bicicleta en hora de once con el Cristián, donde siempre nos tenía que pasar algo, bueno o malo, pero siempre salíamos con una sorpresa. Las charlas y tallas que echábamos con la Abigail en el parque costanera, donde nos reíamos de nuestra visión (ella liberal y yo irónico) de ver la vida.

Ah! Y de mi estadía en el campo, en la cordillera, en el alto Bio Bio, en el lago Lleu Lleu compartiendo con las comunidades mapuches de ese sector. Cuando fui por primera vez a un Guillatum, a un funeral mapuche y donde conocí a mucha gente wuinca, como al intendente Tohá y a varios otros políticos. De las aventuras con mis primos, primitos y tíos en algunas reservas naturales y parques nacionales como el Tolhuaca y el Manzanar.

En fin, trataré de guardar esos buenos momentos de los que viví en este verano. Traté de resumir algunas cosas pero en general, es eso. Un verano “piola”, tranquilo y familiar. Y para que decir de esos días de calor... estuvieron geniales. Ya se me va este verano y no me queda más que recordarlo, escuchando de fondo las canciones de Amaral, que me ayudarán a atesorar estos gratos días de verano que ya se van.


domingo, 26 de febrero de 2006

Mi Soledad


Frío que siento perfecto, consuelo de tontos,
orgullo de necios, palabras sin fondos,
mi ahogo es sincero, en el mar de mi alma en deshielo.
Tiempo, rimando los versos, que pierden sin tus besos,
me entrego al recuerdo, sufriendo si pienso
y cansado me espero a que el tiempo lo cure
y me lo haga saber
Es mi soledad la que me insulta, pegada a mi piel,
la que me grita tienes que aprender, es mi soledad.
Es mi soledad la que no quiere ser, la que tiene el rencor,
la que me lleva siempre a suplicar
Por esos versos y caricias que me enseñó tu amor
Es mi soledad la que se deja ver, la que me hará aprender,
la que me lleva siempre a recordar
Lo que es la amarga, pura y dura, soledad.
Es mi soledad.

sábado, 25 de febrero de 2006

Yo y mis siete dedos

Querido Blog:

Era día sábado, estaba cargado de sueño en pleno “post-mambo” de pasadas nochecitas aquellas. Hacía un calor que ni te explico. Como de aquellos poco días de verano en el sur del litoral chileno. 14:30 PM, recién almorzadito un poco escurridizo del ambiente familiar para evitar cualquier comentario lo más parecido a una llamada de atención. Me refugié en mi pieza, me recosté sobre mi preciada camita a leer algo que encontré por ahí sobre un peldaño de la escalera.

Pasó media hora cuando ya me encontraba somnoliento, algo atolondrado por el calor, el almuerzo y la historia de Sodoma y Gomorra que acababa de leer. Decidí dejar la lectura y descansar tendidito sobre mi cama, tratando de ver el paisaje que me ofrecía justo en frente la ventana de mi cuarto. No había mucho que ver realmente, era solamente un azul que invadía todo el ancho de esa ventana. No pasaba ningún pájaro (de seguro por el calor se habían caídos todos asados). Era solo cielo, cielo y cielo. Tan azulito que llegaba a cansar de tanto mirarlo. Comenzó mi análisis sobre... cosas de la vida...cosas en general, y al mismo tiempo hacía el intento de ver más allá de ese azulado cielo. En eso estaba cuando de repente se me vinieron las siguientes interrogantes a mi confundida cabecita: ¿Cómo será vivir en un mundo sin maldad? ¿Cómo sería ese mundo? ¿Cómo sería yo? ¿Que es la maldad?. En fin, algo que me resultaba difícil imaginar, y que me provocaba una cierta crisis existencial.

Traté de voltearme de lado para decidirme a dormir de una buena vez, pero al mirar mis pies me encontré que algo raro tenían mis dedos del pie derecho. Me fijé bien y como que los encontré abundantes. Hice un esfuerzo óptico y los comencé a contar. Noooooo ¡¡¡¡¡. ¡¡Contaba siete dedos!!!. Pero como ?¡¡. Conté como 10 veces pero seguía contando siete dedos. NO podía creerlo ¡¡¡ Comenzó mi desesperación. Que hago?? (fue la pregunta de mi resignación). De inmediato aparecieron mis rápidos pensamientos sobre como lo iba a ser para sacarme estos dedos que me aparecieron de la nada.

Me acordé que un tío, tuvo que operarse de los pies amputándose un dedo, porque había nacido con seis dedos en cada pie. Ahí estaba mi conclusión, era mero asunto genético. Me sentí aliviado porque no era el único que tenia dedos supernumerarios. Pensé tanta cosa..., hasta de un capítulo de los “Archivos Secretos X” donde aparecían personas con más de seis dedos en los pies y que eran de otro planeta. Nooooo ¡¡¡, eso me perturbó más aún ¡¡. Pensar que podría ser un extraterrestre, nooooooooo!!. Me sigo mirando los pies y ahora veo que el izquierdo también tenía siete dedos...waaaaaaa!!. Mi desesperación era total. Ya veía a los marcianos que me venían a buscar ¡¡¡. Trataba de levantarme para correr y hacer algo pero mi cuerpo no respondía. Trataba de gritar y no se me escuchaba la voz. Sólo podía mover mi cabeza de lado a lado. Me sentía atrapado y con pena al verme tan desesperado.

En eso estaba, cuando un recio viento sacude mi cuarto y las cortinas de mi ventana. Era tan frío que me vinieron uno que otro escalofrío. _Por qué viento si el día estaba tan lindo? me pregunté. Y sin pensarlo me levanto de la cama así como si nada. Chuas ¡¡¡. Habían pasado las seis de la tarde y ya comenzaba a hacer frío. UUUFFFFF ¡¡¡ que alivio ¡¡¡¡. Había sido un sueño solamente. Que felicidad ¡¡¡. Menos mal que no era cierto eso de los siete dedos. De inmediato me agarré de los pies y contaba mis dedos una y otra vez, para estar seguro que eran cinco en cada pie. Fue el medio alivio.

Me decido a vestirme, cierro mi ventana, bajo las escaleras y me encuentro con mi madre a quién le hago la siguiente pregunta: _ ¿Has notado algo extraño últimamente en mi?. Ella me responde: _Si. Encuentro que te estas poniendo un poquito loco últimamente. De seguro mi madre acertó a lo que yo ya sospechaba. Entonces preferí no contarle lo de los siete dedos, o sino me mandaría con un psicólogo. Una salvada más, hasta ahora.