sábado, 1 de septiembre de 2007

Elección

_ Si tuvieras que elegir entre tu esposo y tus hijos ¿Con quién te irías?
_ Con mi esposo.
_ ¿Y por qué no con tus hijos? Casi todas las madres optan por los hijos.
_ Porque con mi esposo hice un compromiso para toda la vida, y con mis hijos... sólo sé que más de 20 años no estarán conmigo. Ellos buscarán otras personas, se casarán y se irán.
_ ¿Y si más adelante, tu marido te cambiara por otra?
_ Sería triste, y en ese caso me quedaría sola. No quiero molestar a mis hijos cuando sean grandes.
_¿Segura?
_ Si… muy segura. Eso es lo que pienso. Pero si seguimos así de felices con mi esposo, él seguiría siendo mi primera opción.
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lunes, 13 de agosto de 2007

Barquitos De Papel

Llueve intensamente en el Puerto. Cinco chicos de Séptimo Año de la Escuela J. J. Pérez, preparan ansiosos sus barquitos de papel. Las calles inundadas por la lluvia, son ideales para una nueva competencia de naves.

Los transeúntes corren de esquina en esquina tratando de no empaparse demasiado, mientras ellos sacan de sus bolsillos, los barquitos que cursarán 6 cuadras más abajo, teniendo como meta el colector principal.

Todo parece normal en la mente de los niños. “Victoria II” se llama el que está hecho de papel oficio. “Titanic”, el de cartón forrado. En tamaño, forma y diseño, se destaca “El Caupolicán I”. Pero llama la atención el nombre del barco de Luís. Su nombre “Amalia”, causa risa y curiosidad entre sus amigos. Él, ignorando a sus compañeros, deposita su nave a la corriente rumbo a su suerte.

Los chicos corren y apuestan por el barquito vencedor. Están todos mojados. No les importa el hambre que se hace sentir por esas horas. Sobre el rostro mojado de Luís, es posible notar una leve tristeza. Ninguno de sus amigos sabe, que el nombre de aquel barquito de papel, corresponde al nombre de la mujer que lo trajo al mundo. Lo regaló en adopción a una familia acomodada, cuando él tenía apenas 4 años de edad. Y aunque siempre supo la verdad de su origen, pocas veces ha hablado del tema con sus actuales padres.

Su mente día a día se debate en la búsqueda estrepitosa de respuestas a un millar de dudas. Hubo un periodo en que se le vio llorar silenciosamente en público durante las clases de música. La noche se torna eterna en días de lluvia. Lo empapa la inseguridad y el desamparo. Todo hace suponer que hoy, será una noche de aquellas.

Mira el barco atentamente y lo invaden restos de imágenes tristes. De inmediato, las preguntas y la rabia vuelven. Sobre las aguas turbias de la vereda, el “Amalia”, poco a poco se pierde. Intenta salir a flote, pero Luís, no prueba esfuerzos por rescatarlo. Los deseos de llorar otra vez vuelven. Se contiene. Sus amigos lo avergonzarían si lo vuelve hacer. Se resigna, se olvida, pero al instante el nombre Amalia regresa a su conciencia.

Sobre las “aguas lluvias” de la calle, ya no quedan rastros de barquitos. El “Amalia”, fue el penúltimo en hundirse antes que el “Caupolicán I”. Si tan sólo los recuerdos fueran como los barquitos, echados a la deriva sobre una turbia corriente, todo parecería más fácil para Luís. Se perderían y desintegrarían con la humedad y la distancia. Aquella humedad derramada por sus ojos, cada noche, cuando recuerda el nombre “Amalia”.

Mi Paraíso


Busco un Lugar Lejos del Mundanal...
Un Paraíso de Arena y Mar.


sábado, 28 de julio de 2007

No En Invierno

Es un día cualquiera en el mes de Julio. Eduardo se dirige al nuevo casino inaugurado en el campus central de la Universidad. Un edificio que a simple vista parece un acuario, construido entero de vidrio, en donde es posible apreciar todo su espacio interior desde afuera.
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Pero algo inquieta a Eduardo. Algo que lo saca de su habitual concentración. Nancy, una chica de parka celeste, desde el interior del casino se da cuenta. Para ella es fácil advertirlo en él, ya que en estos meses de primer año universitario, lo ha aprendido a conocer muy bien.
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Siempre cabe la casualidad de compartir los mismos lugares, creándose un vínculo algo especial. Aunque el coincidir en ciertos lugares no tiene nada que ver con las probabilidades, todo lo contrario, obedece a sus propias intenciones personales de buscarce. De otro modo, como explicar el repentino gusto de Nancy por el café cortado en aquel casino de vidrio a las 5 de la tarde. O de estudiar en horas de colación, en la agradable sala de la biblioteca. Ella disfruta con verlo pasar entre tanta gente. Y hasta es capaz de reconocerlo entre la multitud.
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Por un momento, Nancy se siente estar en un gran teatro, tratando de lograr que el actor principal la mire sólo a ella, que actúe como si fuera su única espectadora. Y es que a ésta chica de ojos verdes le gusta mucho la exclusividad. Cuando ambos conversan, se siente protagonista, creyendo ser parte de un mundo…, aquel mundo que no existe cuando está junto a Eduardo.
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Él en tanto sigue su ruta. Llega a la esquina, dobla y se pierde tras los árboles del lugar. Nancy y su amiga se dirigen a clases, y es en ese momento, al ver como aquel delgado adolescente se aleja, cuando permanece en completo silencio.
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Es un día nublado en el campus de la Universidad De la Frontera. Los escaños parecen estar siempre ocupados. El viento que corre, es capas de helar hasta los pensamientos más ligeros de Eduardo.

Julio le juega a ambos una mala pasada. A veces, la voluntad es cosa de locos, pero ellos, no quieren correr el riesgo de perder la cabeza. Por lo menos, no en invierno.
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lunes, 16 de julio de 2007

Día Cero

Veo lo que creo ver y no veo más.
De lo que pueda contar no recuerdo nada.
No hay necesidad de hablarlo más.

Creo creer, temo temer que esto es verdad.
La vida se nubló en su totalidad.
Estoy perdido,
y no sé mirar lo que dejé allá atrás.

En ese camino largo que un día me vio caminar.
Nació esta ciega herida,
Que borró hoy día mi ayer.

Personas extrañas hablan de quien fui.
Pretenden darme valor sin que sepan nada.
No hay necesidad ni siquiera de llorar por estar así.
Mi amnesia me dice, absolutamente nada más,
que esta sensación de ansiedad.

En ese camino largo que un día me vio caminar,
Quemé una biografía,
Y soplé cenizas del ayer.

No intenten enseñarme,
Quien me quiso y a quien debo amar.
Comienza el día cero,
Y mañana su continuidad.

Y soplé cenizas del ayer...

Y soplé cenizas de mi ayer...

No intenten enseñarme...
(Sha da da da daun)
Quien me quiso y a quien debo amar.

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[Día Cero-La Ley MTV Unplugged]
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Dicho Popular IV


La Suerte De la Fea, la Bonita la Desea


sábado, 7 de julio de 2007

Meme 8 (About Me)

Volviendo a los Meme’s, me tocó continuar esta cadena de parte de Hisska, Fito y Rafael, amigos Blogger que postean regularmente por estos lados. Las bases y condiciones son las siguientes:
a) Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.
b) Además de las 8 cosas tiene que escribir en su Blog las reglas.
c) Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.
d) Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario avisando que han sido seleccionadas para este juego.

Para no parecer autoreferente, ni mucho menos “promocional”, comenzaré a describir algunos aspectos más generales de mi persona, con una que otra revelación.

  • Odio Despertar: Lo que más me cuesta durante el día, es tener que levantarme temprano y quedarme dormido antes de las 1 AM. Aunque me acueste temprano, siempre me quedo dormido a esa hora. Incluso hasta mucho más tarde.
  • Mi plato favorito son los Tallarines: Cualquier cosa puede esperar si se trata de comerme un rico plato de tallarines. Los prefiero con salsa de tomates, choricillos, orégano, mariscos, morrón y en lo posible, champiñones o changles
  • Padezco del Síndrome del HDM: Soy el tercero de 4 hermanos seguidos en edad. Y aunque soy un tipo tranquilo y normal, me caracterizo por ser quisquilloso, gruñón, “pinta mono”, impredecible, medio rebelde, porfiado y de carácter fuerte. Si a eso le agregamos que también soy algo sigiloso, esquivo, indeciso y un poco inseguro. Según mis amigos psicólogos, ese tipo de personalidad se debe en parte al Síndrome del Hijo del Medio (SHDM). Ósea, hablando en buen chileno, soy todo un “cachito”. En definitiva, un personaje complejo. Asunto del cuál no me quejo.
  • Mi metro ochenta soñado: Mi frustración más frívola en la vida, ha sido no poder alcanzar el metro ochenta de estatura. A mis 26 años mido 1.76 mts. Pero bueno, no todo puede ser perfecto en esta vida.
  • Un toquecito de Sencillez: Aunque parezca lo contrario, disfruto mucho de las cosas simples de la vida, como por ejemplo: almorzar en familia, dormir hasta tarde los fines de semana, conversar con los amigos, caminar al aire libre, perderme por el bosque o simplemente, sentarme sobre un acantilado para contemplar el Mar.
  • Impuntual: Si hay algo que me caracteriza, es que la mayoría de las veces llego tarde a una reunión o alguna cita importante. Como buen chileno, siempre atrasado. Lo bueno de todo, es que logro salvarme con una excusa para justificar mi impuntualidad. Con esa suerte y todo, es algo que debo cambiar.
  • Papi Adán: Desde chico tuve un aire medio paternal con mis amigos. Siempre me buscan cuando necesitan algún consejo o alguien que los escuche. Y es que cuando me encariño de verdad con la gente, les trato de brindar toda mi ayuda, orientación y protección, en lo que pueda.
  • Gusto por el Brit/Pop/Rock: Escucho todo tipo de música. No me cierro a ningún estilo, pero preferentemente escucho música británica.

Y eso básicamente. Los amigos que quieran profundizar sobre el Síndrome del Hijo del Medio, o cualquier otra curiosidad que les haya surgido de esta Entrada, queda a disposición mi correo (jeje…).

Siguiendo con la dinámica de este Meme, tengo que seleccionar a 8 Blogger más para que realicen este juego. Pero como no me gustan mucho las exclusividades, los dejo a libre voluntad de quien desee hacerlo.

sábado, 23 de junio de 2007

No Era Mi Día

Ocurrió un día viernes del año pasado. Me había levantado con el “pie izquierdo”. Toda la paciencia que tenía en un momento había llegado a su nula expresión. Con tanta rabia acumulada, podía llegar a ser un peligro público. Por tal razón, recurrí a la vieja táctica del autoexilio. Me encerré en mi pieza para no hablarle a nadie y para que nadie me hablara. Evité de contestar teléfonos y atender la puerta de mi hogar, en caso de encontrarme con el cartero repartiendo las cuentas de fin de mes, o algún Testigo de Jehová haciendo sus típicas preguntas: _ ¿Cree Usted en la vida después de la muerte?_ En fin.

Mientras trataba de relajarme escuchando System Of A Down sin piedad con mis oídos, me avisan que se había escapado mi perro. Después de los típicos rosarios que uno dice en este tipo de casos (y después de haber pateado más de algún objeto tirado en el suelo), salí a la búsqueda furiosa de mi “kiltro”. No quería ni imaginar las maldades que podría haber hecho suelto en la calle. Las primeras novedades a los 5 minutos de libertad, fueron: el antejardín de mi casa estropeado, niños chicos arrancando y una vecina regañando, queriendo tomar venganza con una escoba, todo porque mi perro le había pegado al suyo y lo había dejado aullando.

Parecía un día fatídico. Se me venía a la cabeza lo mal que me fue en la entrevista anterior, el corte desastroso que me hizo la peluquera y el extravío de los únicos $10.000 que me quedaban para pasar el fin de semana, entre otras cosas. Más aún, que lograr tomar a ese perro, era todo un desafío. Pero ahí estaba yo, llamando a mi linda mascota, deseándole todo el amor del mundo, y así evitar que la bruja de mi vecina le diera un escobazo. Lo miraba con furia y él lo sabía, por eso más se arrancaba de mí. Como no lo iba a tomar sino recién a las 5 horas después, decidí entrar una vez que la vecina, su escoba y su perro gritón, se retiraron a su cueva.

Retorno otra vez a la trinchera de mi cuarto para dormir, y me encuentro con una sorpresa. Mi sweater rojo que llevaba tan sólo una semana de uso, aparecía encogido después del primer lavado. Traté de buscar respuesta con el primer ser viviente que apareciese por mi vista, pero nadie se asomó.

No hallaba que hacer para deshacerme de tanta mala suerte. Me puse el sweater para ver hasta cuanto había sido lo encogido. Me miro al espejo y sin darme cuenta, estaba riéndome a carcajadas como loco. Descubrí en ese momento, que riéndome de mi propia desgracia, podía relajarme un poco. Al final, me quedé dormido con el sweater puesto, tirado sobre mi cama.

Más tarde y después de haber entrado a mi perro, me visita un amigo al cuál no veía hace mucho tiempo. Como andaba apurado, sólo venía a devolverme $20.000 que supuestamente yo le había prestado. La verdad que ni me acordaba, pero feliz se los recibí.

Ya de noche y con los $20.000 en mi bolsillo, aún seguía molesto. No dejaba de pensar en los desaciertos de aquella semana, del mal día que había tenido y de mi suerte en adelante. Como no quería contestar el teléfono y la insistencia del llamado era mucha, me decidí con mucho esfuerzo a contestar. Era la dulce y amable voz de una secretaria. Me citaba para una próxima entrevista laboral. Según ella, había quedado junto a otras 5 personas para la última etapa del concurso. Aparentemente, la mala suerte de aquel día, había por fin terminado.

lunes, 21 de mayo de 2007

Método De Interrogatorio

Algunos dicen que es “mal de familia”. Yo lo he podido comprobar con mis hermanos desde muy pequeño. Hasta el momento, sólo una persona me ha dicho que hablo cuando estoy durmiendo. Situación muy rara por lo demás.

Días atrás, existía una gran incertidumbre en mi hogar. Estábamos todos intrigados por la ausencia de mi cuñado, el novio de mi hermana mayor, que por días no se veía por la cocina de mi casa tratando de sorprendernos con algunos de sus platos exóticos. De seguro, algo había pasado entre él y mi hermana. Pero como ella es bien reservada con sus asuntos, y algo mal genio cuando se trata de sacarle información, sólo nos quedó hacernos suposiciones de lo que pudiese haber pasado entre ellos.

Y es que tanta paz y orden en la cocina no parecía normal. La curiosidad por saber las razones se hacía colectiva y urgente. Era necesario buscar alguna explicación. Fue así, que apelando a pasadas experiencias de adolescente, se me ocurrió visitar a mi hermana mientras cumplía con su siesta dominguera. La técnica consistía en sorprenderla con un sueño bien profundo, mover suavemente su cobertor y hablarle fuerte y claro:
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_ ¿Y el Martín? ¿Por qué no viene?_ Le pregunté.
_ ¿Ah? ¡Mejor ni me preguntes por él!_ Me respondió somnolienta.
_ ¿Por qué? ¿Que les pasó?
_ Estamos peleados.
_ ¿Y por qué?
_ ¡Por Huevón!_ Cubrió su cabeza y se dió vuelta para seguir durmiendo.

Satisfecho con la información adquirida, no me quedó otra que transmitirla. Al fin y al cabo, así lo pedía el público.

Mi hermana nunca sospechó de la conversación que tuvo conmigo mientras dormía, a pesar de todas las pistas que le dieron mis demás hermanos que trataban de comprobar la eficiencia de la nueva técnica interrogatoria.

Así que cada vez que Martín no llega a la casa por situaciones incógnitas, es porque simplemente discutió con mi hermana. El motivo desde ahora todos lo sabremos: Por “Huevón”.

Dicho Popular III


Si Te he Visto... No me Acuerdo


domingo, 29 de abril de 2007

Secretarias Al Teléfono

_ Oye Lily ¿Sabes que? Descubrí que es harto “encachao” el Adán.
_ Uy sí… Bien buen mozo te diré.
_ Oyeeee... Si lo encuentro medio galán no más, pero parece que a ti te gusta?
_ ¡Lauri por Dios! ¿No ves que soy una mujer casada?
_ ¿Y eso que tiene? Una “canita al aire” no le hace mal a nadie.
_ ¡Ay si sé! ¿Es que sabes lo que pasa?
_ ¿Que cosa?
_ Que el Adán tiene un sólo grave problema.
_ Noo… Haber cuéntame…
_ Lo que pasa que al Adán le gusta el Regguetón. La otra vez “lo caché” cantando Pobre Diabla en la oficina.
_ ¿Quee? Peor…entonces Nooo!! ¡No hagas tal mi amiga!


No Entiendes Lo Que Digo

Es así.
Es real lo que dices… pero tú te envenenas.
Porque al final, dejas que todo esto te afecte.
Te conviertes en alguien recesivo,
que actúa por lo que le pasa, sus experiencias,
no por quien decide ser.

Es cierto.
Tampoco se trata de lanzarse a la vida ni mucho menos.
Ni de actuar de acuerdo a lo que ves.
Dejas de ser una persona proactiva.
Te detienes, te limitas, no creces.

Es lamentable que pienses así.
Que no logres entender lo que te digo.

sábado, 21 de abril de 2007

Happy Birthday

Hoy día desperté con una sensación extraña. Como si mi existencia en esta vida hubiese llegado a sus últimos días. La idea era levantarme inmediatamente y hacer todo lo que tenía inconcluso, antes de "marcharme de este mundo". Pero una vez más despierto y más lucido, tal sensación fue desapareciendo.

De inmediato, tocan la puerta de mi cuarto y entra mi Madre muy sonriente:
_ ¡Feliz Cumpleaños Hijo!_
Me fijo en la hora y me doy cuenta que son las 11:30 AM.
_ Hace 26 años… justo a esta hora… acababas de nacer._ Me dijo.
Ella me mira con ternura, como si todavía en sus ojos, estuviese viendo a ese niño que tantos dolores de cabeza le dio cuando pequeño. Pero no. Ahí estaba Yo: más alto, más peludo y con más arrugas que antaño. Y en su particularidad, ella no dudó en recoger mi almohada del piso y lanzármela a la cabeza, ordenando que me levantara inmediatamente, no sin antes darme un tremendo abrazo y un beso, como sólo las madres saben hacerlo.

La tarde estuvo nublada, llena de nostalgias y recuerdos varios. Justo me acordé que abajo en la bodega tengo una caja donde guardo recuerdos de mi infancia. Como la carpeta y el diploma de Kinder cuando tenía 5 años. Ahí están las evaluaciones de la Tía Parvularia, donde ella calificaba mi capacidad de progreso y aprendizaje en varios ámbitos. Siempre que leo el informe y los demás papeles termino descubriendo más detalles de lo que fuí en aquella edad. Sobre todo de la primera evaluación. Es como si fuera una fotografía escrita, según la visión profesional de la “Tía Rosita”, referente a aquel niñito debilucho, de ojos grandes y negritos, que tenía como alumno. Yo aún la conservo. En ella hay recuerdos de algunas pinturas, recortes, dibujos y varias tareas que hice, que espero algún día dar a conocer a quien realmente se interese.

Ni mi familia sabe que existe. Pero quisiera compartirlo aquí, en mi bitácora, con las personas y amigos que de vez en cuando pasan a leer mis desvaríos. Corresponde al resumen de la primera evaluación. Ésa que les hacen a todos los niños de Kinder cuando cumplen un mes de asistir a clases. Se sintetiza de la siguiente forma:
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Coordina percepción y musculatura gruesa en forma mediana. Le cuesta llevar el compás en la marcha, pierde el equilibrio fácilmente y su aspecto físico y de salud es regular.

Es capaz de controlar sus reacciones de alegría, ira, temor. Se adapta fácilmente al grupo, aceptando sus normas y participando cooperativamente en él. Se anticipa al peligro y ayuda al que lo necesita.

Su lenguaje no es muy claro, tiene problemas de pronunciación y tartamudea cuando se dirige a los demás. Observa láminas y las describe; interpreta canciones; recita poesías. Reconoce algunos colores, las figuras geométricas, identifica olores, sabores, temperaturas. Le cuesta ubicar su izquierda y derecha.

Coordina percepción y musculatura fina en forma mediana. Le cuesta dibujar, pero pinta, puntea, borda y modela.

Se caracteriza por participar activamente en juegos y actividades recreativas, aunque demuestra ser un poco tímido.

Se recomienda ayudarlo a que sea más ordenado con sus materiales.

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Podría verse un poco egocéntrico publicar estos tipos de antecedentes. Pero me sirve para recordar que un día tambien fui un niño. Con destrezas, potencialidades y deficiencias como muchos otros. Además, da cuenta de todo lo que he aprendido hasta hoy, y las características personales que aún conservo desde esa época. En una de esas, pudo haber sido el mismo análisis de mi Madre cuando entró a darme las Felicidades durante esta mañana. Y por eso, justamente en días como hoy, en mi Cumpleaños número 26, miro hacia atrás y dimensiono, todo lo que he recorrido. Más bien mirar, cuanto ha sido lo que he crecido.

domingo, 1 de abril de 2007

Don Jaime

Dicen, que tan sólo un paso nos separa la vida de la muerte. Así pensó Don Jaime una noche de día sábado en pleno centro de Concepción, cuando comenzó a dar pasos y pasos, en un trayecto que según él, no le llevaría más allá de 5 minutos. Lo encontraron un día martes en Lota, sin zapatos e inconciente en el hospital de esa ciudad. El informe de los carabineros fue, que entre las rocas del muelle yacía ebrio, sin documentos y en mal estado de salud.

Tal situación me llevó a recordar el día que conocí a Don Jaime cuando me presentaron en su empresa. Se mostró aparentemente amable, pero con un estilo sarcástico y despectivo, en lo referente a mi función laboral y antecedentes académicos. A pesar de aquella incomodidad en la que estuve los primeros días, recibiendo todo tipo de ironías de parte de su personal, alentadas por él, justificaba su actuar. De todas formas tenía motivos para hacerlo. Que podría coordinar un muchacho de 25 años, salido hace apenas dos años de la Universidad, titulado de una carrera en la que él llevaba años de experiencia, siendo un destacado investigador y profesor de una de las Universidades más reconocidas del país.

Cada vez que lo visitaba en su oficina me recibía sonriente: _Es un gusto para este humilde señor, saludar al “Hombre Del Paraíso”, nuestro jefe. Con mala intención o no, nunca lo tomé a mal, aunque de cierta forma me molestaba. Mi intención siempre fue la de conformar un equipo de trabajo, en pos de los beneficiarios directos de nuestra labor. Pero bastaron meses para que él reconociera en una conversación, que no importaba la Universidad de donde venía, ni la edad o la experiencia que pudiera tener, y que de alguna u otra forma me merecía el puesto en el que estaba.

Un día me conversó largamente de su vida, de la nostalgia que tenía por sus hijos que estaban todos en Holanda. Del periodo de tortura y exilio que sufrió en una época convulsiva en nuestro país. Con el tiempo comencé a conocerlo más, y él se abrió como un amigo, a confiarme todos sus dramas que había pasado en sus 60 años de vida.

La última semana de febrero, llegó a la oficina a comunicarme que se le había muerto su Padre en Chiloé, siendo el tercer familiar que sepultaba en menos de un año. Luego me llamó entre risas y llanto, contándome con nostalgia algunas peripecias de su progenitor. Desde ese momento, la falta de sueño, la depresión bipolar, la diabetes y los problemas al corazón, fueron sus respuestas recurrentes, al momento de preguntarle como estaba, hasta que ocurrió el desenlace.

Ayer lo visité con mascarilla y traje verde en la UTI de la Clínica Alemana. Me recibió contento, con su típico saludo haciendo referencia al “Hombre Del Paraíso”. Entre los variados temas que conversamos me dijo: _Quería tomarme el último trago de vino con mi Padre y mis Hermanos… y aquí estoy… Feliz porque sigo vivo!

lunes, 26 de marzo de 2007

Verano Sin Vacaciones

El viento frío de marzo, volvió con tanta notoriedad durante las cortas tardes del día, obligando a los sureños en general a usar camisetas y uno que otro sweater. Es que ya estamos en otoño y no me di ni cuenta como pasó volando este verano. Por lo mismo y en un afán nostálgico, he querido hacer un balance de lo que fue mi temporada estival 2007.

Comparado con el verano anterior, éste me sorprendió con unos cuantos kilitos de más. Aunque la “pancita” se venía arrastrando desde el 18 de septiembre pasado, la falta de ejercicio diario y los variados asados veraniegos, incrementaron mucho mas el “volumen corporal”. Afortunadamente, una de las ventajas de bañarse en una playa que no es Reñaca, La Serena o Pucón, es que lucir una figura “esbelta” es lo que menos importa si se trata de “echarse guatita al sol”. Era cosa de ver con cuanta personalidad señoras con evidente sobrepeso, daban a conocer a los bañistas, la buena calidad de sus trajes de baño al resistir tanta tensión.

Otra característica de este verano, es que su comportamiento climático fue bastante desordenado y variable. Tanto así que por unos días, me sentí estar en un país tropical. Hubieron semanas con lluvias, días de mucho calor, días con fuertes vientos... y viceversa. Dicen que la culpa de este comportamiento anormal la tiene “El Niño” (el fenómeno por supuesto).

Ósea, un verano muy singular que no pude disfrutarlo en pleno. Me lo pasé entre papeles, facturas, reuniones latosas y uno que otro reemplazo odioso. Mientras algunos colegas disfrutaban de las promociones de viajes a Argentina y Brasil, me tocaba dar la cara por malas gestiones de jefes irresponsables. Como legalmente todavía no cumplo un año laboral en la institución donde estoy, obligado a solucionar “cachitos ajenos”. Pero bueno, así no más es la cosa. Peor hubiese sido estar sin trabajo, aunque me hubiera evitado unas cuantas rabietas menos.

Igual disfruté de uno que otro fin de semana para tomar "solcito" y "ponerse moreno". Lo bueno de todo es que la playa, el campo y el río, están muy cerca de mi casa. Pero aún así, de algo me di cuenta. Ya no estaba el mismo ánimo de veranos anteriores. Como se dice: los años no pasan en vano. Esas ganas locas que tenía de salir corriendo a romper olas o de quedarse hasta bien tarde en la arena, haciendo de todo menos algo productivo, como que se perdió definitivamente. Creo que hasta encuentro mas frías las aguas de la playa Millaneco y muy lateros los nuevos team veraniegos. Metía mis pies por diez minutos a la orilla y ya salía tullido. Hasta el sol alumbraba distinto ¿Será que me llegó muy luego “el viejazo”? No sé. El asunto es que al fin y al cabo, no siento tanto el no haber tenido vacaciones. Igual me hubiese gustado un viajecito a Chiloé o Argentina. Simplemente no se dio (lamentablemente). Pero estoy en gestiones de “hacer la pata” con la administradora, a ver si se apiada de mi y me da una semanita para disfrutar unos pocos días “bien a concho”.

Pero después de todo este balance, lo que mas me queda claro es una sola cosa (y aunque suene frívolo decirlo): Por primera vez en mi vida, me quedo con un verano sin vacaciones.

martes, 20 de febrero de 2007

Escapar

(...) Abre las puertas de la percepción,
usa el poder de tu imaginación,
aunque no puedas mirar hacia el sol
sabes que sigue brillando.


Piensa en las cosas que te hacen sentir,
cada segundo vivir o escapar
de este momento y la gente al pasar,
sientes por dentro que todo se va (...)


[ Moby & Amaral - Go-the Very Best Of Moby ]
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