domingo, 29 de abril de 2007

Secretarias Al Teléfono

_ Oye Lily ¿Sabes que? Descubrí que es harto “encachao” el Adán.
_ Uy sí… Bien buen mozo te diré.
_ Oyeeee... Si lo encuentro medio galán no más, pero parece que a ti te gusta?
_ ¡Lauri por Dios! ¿No ves que soy una mujer casada?
_ ¿Y eso que tiene? Una “canita al aire” no le hace mal a nadie.
_ ¡Ay si sé! ¿Es que sabes lo que pasa?
_ ¿Que cosa?
_ Que el Adán tiene un sólo grave problema.
_ Noo… Haber cuéntame…
_ Lo que pasa que al Adán le gusta el Regguetón. La otra vez “lo caché” cantando Pobre Diabla en la oficina.
_ ¿Quee? Peor…entonces Nooo!! ¡No hagas tal mi amiga!


No Entiendes Lo Que Digo

Es así.
Es real lo que dices… pero tú te envenenas.
Porque al final, dejas que todo esto te afecte.
Te conviertes en alguien recesivo,
que actúa por lo que le pasa, sus experiencias,
no por quien decide ser.

Es cierto.
Tampoco se trata de lanzarse a la vida ni mucho menos.
Ni de actuar de acuerdo a lo que ves.
Dejas de ser una persona proactiva.
Te detienes, te limitas, no creces.

Es lamentable que pienses así.
Que no logres entender lo que te digo.

sábado, 21 de abril de 2007

Happy Birthday

Hoy día desperté con una sensación extraña. Como si mi existencia en esta vida hubiese llegado a sus últimos días. La idea era levantarme inmediatamente y hacer todo lo que tenía inconcluso, antes de "marcharme de este mundo". Pero una vez más despierto y más lucido, tal sensación fue desapareciendo.

De inmediato, tocan la puerta de mi cuarto y entra mi Madre muy sonriente:
_ ¡Feliz Cumpleaños Hijo!_
Me fijo en la hora y me doy cuenta que son las 11:30 AM.
_ Hace 26 años… justo a esta hora… acababas de nacer._ Me dijo.
Ella me mira con ternura, como si todavía en sus ojos, estuviese viendo a ese niño que tantos dolores de cabeza le dio cuando pequeño. Pero no. Ahí estaba Yo: más alto, más peludo y con más arrugas que antaño. Y en su particularidad, ella no dudó en recoger mi almohada del piso y lanzármela a la cabeza, ordenando que me levantara inmediatamente, no sin antes darme un tremendo abrazo y un beso, como sólo las madres saben hacerlo.

La tarde estuvo nublada, llena de nostalgias y recuerdos varios. Justo me acordé que abajo en la bodega tengo una caja donde guardo recuerdos de mi infancia. Como la carpeta y el diploma de Kinder cuando tenía 5 años. Ahí están las evaluaciones de la Tía Parvularia, donde ella calificaba mi capacidad de progreso y aprendizaje en varios ámbitos. Siempre que leo el informe y los demás papeles termino descubriendo más detalles de lo que fuí en aquella edad. Sobre todo de la primera evaluación. Es como si fuera una fotografía escrita, según la visión profesional de la “Tía Rosita”, referente a aquel niñito debilucho, de ojos grandes y negritos, que tenía como alumno. Yo aún la conservo. En ella hay recuerdos de algunas pinturas, recortes, dibujos y varias tareas que hice, que espero algún día dar a conocer a quien realmente se interese.

Ni mi familia sabe que existe. Pero quisiera compartirlo aquí, en mi bitácora, con las personas y amigos que de vez en cuando pasan a leer mis desvaríos. Corresponde al resumen de la primera evaluación. Ésa que les hacen a todos los niños de Kinder cuando cumplen un mes de asistir a clases. Se sintetiza de la siguiente forma:
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Coordina percepción y musculatura gruesa en forma mediana. Le cuesta llevar el compás en la marcha, pierde el equilibrio fácilmente y su aspecto físico y de salud es regular.

Es capaz de controlar sus reacciones de alegría, ira, temor. Se adapta fácilmente al grupo, aceptando sus normas y participando cooperativamente en él. Se anticipa al peligro y ayuda al que lo necesita.

Su lenguaje no es muy claro, tiene problemas de pronunciación y tartamudea cuando se dirige a los demás. Observa láminas y las describe; interpreta canciones; recita poesías. Reconoce algunos colores, las figuras geométricas, identifica olores, sabores, temperaturas. Le cuesta ubicar su izquierda y derecha.

Coordina percepción y musculatura fina en forma mediana. Le cuesta dibujar, pero pinta, puntea, borda y modela.

Se caracteriza por participar activamente en juegos y actividades recreativas, aunque demuestra ser un poco tímido.

Se recomienda ayudarlo a que sea más ordenado con sus materiales.

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Podría verse un poco egocéntrico publicar estos tipos de antecedentes. Pero me sirve para recordar que un día tambien fui un niño. Con destrezas, potencialidades y deficiencias como muchos otros. Además, da cuenta de todo lo que he aprendido hasta hoy, y las características personales que aún conservo desde esa época. En una de esas, pudo haber sido el mismo análisis de mi Madre cuando entró a darme las Felicidades durante esta mañana. Y por eso, justamente en días como hoy, en mi Cumpleaños número 26, miro hacia atrás y dimensiono, todo lo que he recorrido. Más bien mirar, cuanto ha sido lo que he crecido.

domingo, 1 de abril de 2007

Don Jaime

Dicen, que tan sólo un paso nos separa la vida de la muerte. Así pensó Don Jaime una noche de día sábado en pleno centro de Concepción, cuando comenzó a dar pasos y pasos, en un trayecto que según él, no le llevaría más allá de 5 minutos. Lo encontraron un día martes en Lota, sin zapatos e inconciente en el hospital de esa ciudad. El informe de los carabineros fue, que entre las rocas del muelle yacía ebrio, sin documentos y en mal estado de salud.

Tal situación me llevó a recordar el día que conocí a Don Jaime cuando me presentaron en su empresa. Se mostró aparentemente amable, pero con un estilo sarcástico y despectivo, en lo referente a mi función laboral y antecedentes académicos. A pesar de aquella incomodidad en la que estuve los primeros días, recibiendo todo tipo de ironías de parte de su personal, alentadas por él, justificaba su actuar. De todas formas tenía motivos para hacerlo. Que podría coordinar un muchacho de 25 años, salido hace apenas dos años de la Universidad, titulado de una carrera en la que él llevaba años de experiencia, siendo un destacado investigador y profesor de una de las Universidades más reconocidas del país.

Cada vez que lo visitaba en su oficina me recibía sonriente: _Es un gusto para este humilde señor, saludar al “Hombre Del Paraíso”, nuestro jefe. Con mala intención o no, nunca lo tomé a mal, aunque de cierta forma me molestaba. Mi intención siempre fue la de conformar un equipo de trabajo, en pos de los beneficiarios directos de nuestra labor. Pero bastaron meses para que él reconociera en una conversación, que no importaba la Universidad de donde venía, ni la edad o la experiencia que pudiera tener, y que de alguna u otra forma me merecía el puesto en el que estaba.

Un día me conversó largamente de su vida, de la nostalgia que tenía por sus hijos que estaban todos en Holanda. Del periodo de tortura y exilio que sufrió en una época convulsiva en nuestro país. Con el tiempo comencé a conocerlo más, y él se abrió como un amigo, a confiarme todos sus dramas que había pasado en sus 60 años de vida.

La última semana de febrero, llegó a la oficina a comunicarme que se le había muerto su Padre en Chiloé, siendo el tercer familiar que sepultaba en menos de un año. Luego me llamó entre risas y llanto, contándome con nostalgia algunas peripecias de su progenitor. Desde ese momento, la falta de sueño, la depresión bipolar, la diabetes y los problemas al corazón, fueron sus respuestas recurrentes, al momento de preguntarle como estaba, hasta que ocurrió el desenlace.

Ayer lo visité con mascarilla y traje verde en la UTI de la Clínica Alemana. Me recibió contento, con su típico saludo haciendo referencia al “Hombre Del Paraíso”. Entre los variados temas que conversamos me dijo: _Quería tomarme el último trago de vino con mi Padre y mis Hermanos… y aquí estoy… Feliz porque sigo vivo!