jueves, 28 de diciembre de 2006

Meme

Días atrás, visitando el Blog de mi tocayo Sólo Felipe, me topé con un Meme. De ahí la gran pregunta: ¿Qué es un Meme? Hasta el día de hoy no tengo muy claro su objetivo. Y cómo soy “duro de entender”, decidí consultar y consultar. Al final, su explicación fue la siguiente: _Compadre, en esto del Meme, lo que tienes que hacer básicamente es "coger el libro que tengas más cerca (no el que te guste más), ve en la página 123, ve a la quinta frase, y transcribe el texto, cita autor y obra". Luego, pegarte una “pelada de cable” con la cita o libro que sacaste. Eso es básicamente. Y en eso estoy ahora.

Confieso que últimamente, me he visto envuelto en una etapa, en las que tengo muchas cosas que decir y pocas ganas de expresarme, lo que me ha llevado a dejar abandonado mi Blog en reiteradas ocasiones. Los motivos: las dos horas diarias de viaje entre mi casa y el trabajo, el vicio del MSN y la manía de comer tarde, factores que bloquean lo poco y nada de neuronas funcionales que me quedan cada noche. Pueda ser que con esto del Meme, vuelva ese antiguo afán por sentarme a escribir, a ver si retomo “la inspiración” ya olvidada.

Pero siguiendo con la mecánica de los Meme’s, el asunto quedaría de la siguiente forma:

“Mira, podrías escribir libros y morirte de hambre aunque te los publicaran. Pero ¿por qué hacerlo, siendo una genial guionista cinematográfica? En cuanto a las afirmaciones tajantes, te diré que son lo único, sobre lo cual estoy totalmente convencido. A menos que esté equivocado, claro.”

Libro “El Último Don”, de Mario Puzo.

Este libro me lo regaló mi hermana el año pasado. Más o menos en estas mismas fechas. Se suponía que era para entretenerme en mis días de desocupado, leyendo algo productivo. Como no es mi costumbre leer libros o novelas (y mucha falta que me hace), sólo fui capaz de llegar hasta la quinta página.

El Último Don, es un libro relacionado con las historias de mafias en la ciudad de New York. Su autor es el mismo de “El Padrino”. Con sólo ver las 538 páginas que tiene y los muchos diálogos entre los personajes, me anduve “latiando”. Por lo mismo, me vi obligado a cambiarlo por la Revista PuntoNet. Ahora, después de todo el tiempo que ha pasado, lo vuelvo a retomar. Sus páginas están un poquito mas amarillas que la última vez, igual de grueso y con la misma letra chica que tanto me molesta. Capaz que algún día me llegue a motivar por leer el libro completo. Aunque ayudaría bastante si tuviera ilustraciones o una letra de mayor tamaño (como los libros de cuentos infantiles). De todas formas... me conformaría con leer el resúmen.
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Parece que cumplí con el objetivo. No sé para que pido resúmenes si ni yo mismo soy capas de reducir tanta “cabeza de pesca”. De todas formas, la costumbre de escribir no se ha ido. Eso, es lo que más me queda claro en este momento.


Dicho Popular II




"El Ladrón Mira a Todos Como Ladrones"

domingo, 3 de diciembre de 2006

El Rostro De Aquel Niño

Las tres horas de reunión con las autoridades de la Región y las personas habitantes de aquel sector rural, no avanzaba mucho. La conversación se había tornado álgida, hasta el punto que el Alcalde llegó a cambiar rotundamente de tema y comenzó con un discurso algo emotivo. Habló sobre la necesidad de estar siempre agradecidos de Dios, de la vida, por el sólo hecho de tener salud y vida. Un discurso más bien religioso que político. ¿Cuál habrá sido la causa que lo motivó a relatar tales cosas? Contó, que estuvo a punto de morir en un accidente de tránsito, mientras venía de viaje al sitio de reunión. Según él, salvo por milagro. Escapó de caer en un precipicio al evitar chocar con otro auto. Todos los presentes se encontraban atónitos escuchando la experiencia milagrosa de Don Fede. Según yo, había sido una buena táctica para calmar el malestar de los asistentes.


Eran ya casi las 1 de la tarde y nada avanzaba. Pensaba en los ricos tallarines del restaurante “Mogablus” a donde regularmente vamos a almorzar. La reunión se venía para largo. Me levanto algo hastiado y salgo del salón hacia el baño, con el fin de despejarme un poco y de beber algo de agua para “engañar el estómago”. Pero se me había olvidado que aquella Escuela tenía problemas de financiamiento, por lo que la dirección del colegio había decidido cortar el agua en los baños, para de ésa forma ahorrar en gastos. No me quedaba otra que pasear por los pasillos y la soledad del establecimiento nuevo, moderno, pero con casi nada de alumnos.


En eso estoy, cuando aparecen dos niños como de 9 años jugando con una pelota. Uno de los dos me llama la atención. Tenía el pelo largo (hasta los hombros), distribuido irregularmente en su cabeza. Parecía una peluca mal puesta. La curiosidad me llevó a buscar su rostro, aprovechando que aún no se daban cuenta de mi presencia. Trato de acercarme lentamente, cuando aquel niño da la vuelta y deja mostrar su rostro como de sorpresa. La sensación que sentí en ese entonces, fue como un balde de agua fría que me hizo estremecer por completo. O más bien, una especie de bofetada que te levanta del piso y te deja caer violentamente. Sus ojos estaban mal posicionados. Uno era más grande que el otro. No tenía nariz, ni orejas, ni labios. En su cara era posible ver toda su dentadura. Fueron sólo unos segundos, pero me pareció que lo hubiese estado viendo como por una hora. En ese momento se me vino una mezcla de sensaciones surtidas. Algo de pena, rabia, impotencia, ganas de correr, de gritar, y sin embargo, estaba parado en frente del niño como un espectador más. Mi primera reacción fue saludarlo amablemente, sin hacer notar mi sorpresa. Él en tanto, me saluda aparentemente sonriendo, y se retira junto a su amigo inmediatamente hacia otro pasillo. Es en ese instante, en que dan ganas de sentirse como un superhéroe de historietas, o como algún multimillonario piadoso, que pudiera ayudar en parte el problema de aquel niño.


Sólo por televisión había visto imágenes de gente quemada. Por lo mismo, fue muy chocante para mí, ver tal escena. Muchas veces nos complicamos por tantas cosas. Hacemos de una cosa ínfima un gran problema. Que un pequeño defecto en nuestro cuerpo nos complica tanto, que hay gente que se muere de hambre por lograr alcanzar el “cuerpo perfecto”. Y es que la vida nos enseña a través de los rostros de las personas. Que nuestros problemas pueden significar la nada misma si los comparamos con los de otras personas. El niño tenía su rostro completamente desfigurado. Una tremenda y profunda cicatriz. Quizás tenía 9 años, no lo sé. Seguramente tendrá que vivir muchas etapas más adelante. Aún así juega, comparte y quien sabe, es hasta en ciertos momentos feliz.


Vuelvo a entrar a la reunión con otro ánimo, siempre desconcertado y atónito. Miro en cada rostro amargado de los asistentes de la reunión y pienso: Aquel niño, es todo un superhéroe.

Pecado De Muerte

Abi: ¿…Me acompañas? ¡Vamos!
Edu: No puedo…
Abi: ¿Por que?
Edu: Estoy en “Pecado De Muerte”
Abi: ¿Enserio? Onda… adulterio, fornicación, zoofilia o algo por el estilo?
Edu: Jajaja… No se puede decir.
Abi: Te vas a ir al infierno entonces.
Edu: Si sé!
(Silencio)

Abi: Y si nos quedamos aquí y hacemos una “Chorrillana”?
Edu: Pues… en ese caso, estaríamos pecando de "Gula".
Abi: Mmm… Parece que de todas formas nos iríamos al infierno.


Dicho Popular I


" En Todos Lados Se Cuecen Habas "